Quien decidió regresar, al menos momentáneamente, a la vida pública fue el exgobernador de Sinaloa y excandidato presidencial del PRI, Francisco Labastida, quien lanzó señalamientos a diestra y siniestra en contra del expresidente Enrique Peña Nieto y de su partido, eso sí, sin presentar prueba alguna. Parece que a Labastida Ochoa se le olvida, por ejemplo, cuando ha operado o apoyado abiertamente a candidatos que no son de su partido, como en 2005 que respaldó al entonces candidato del PRD-PT por la gubernatura de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, y no al de su partido, Ney González (a la postre ganador). ¿Qué agenda persigue Francisco Labastida?, ¿a qué intereses responde ahora?
Sana distancia… electoral
El presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá una gira privada por el sureste del país para supervisar los avances del Tren Maya, pero sin visitar el estado de Quintana Roo que tendrá elección este domingo, al igual que Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca, Durango y Tamaulipas. El mandatario parece que quiere mantener la “sana distancia” con los procesos electorales al menos este fin de semana. Varios temas hay sobre la mesa para esta gira: La decisión de un juez federal que otorgó una suspensión definitiva que frena por tiempo indefinido las obras del tramo cinco sur del Tren Maya, una de sus obras emblemáticas; la reconfiguración del mapa electoral en el país y la inminente elección en el Estado de México para el 2023.
Las prisas de Maru
Con la extradición a nuestro país del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, quien parece tener mucha prisa de poner tierra de por medio es la actual mandataria estatal, María Eugenia Campos. Y es que en su primer posicionamiento tras conocerse la extradición de Duarte Jáquez, “Maru” fue muy insistente en la disposición de su Gobierno de que la FGR atraiga el caso, y de coadyuvar en todo momento con la autoridad federal. Quién sabe si la gobernadora no confíe en la Fiscalía estatal o más bien no quiera tener el caso tan cerca. ¿A qué se debe tanta prisa?