Lo que más llamó la atención de la imagen que compartió ayer el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, durante su visita al hospital a Omar García Harfuch, fue el arma y el chaleco blindado que se veían en una esquina de la habitación, por lo que de inmediato se comenzó a especular con un posible mensaje que ambos funcionarios habrían querido enviar con esa imagen. No hay que pasar por alto además, que en caso de concretarse la salida de Alfonso Durazo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, para buscar la gubernatura de Sonora, el actual titular de la SSC capitalina es uno de los más probables relevos. ¿Acaso Nieto Castillo y García Harfuch están ya adelantando la mancuerna que podrían formar para combatir a la delincuencia organizada a nivel nacional, cada quién desde su trinchera?
Opacidad generalizada en la pandemia
El más reciente informe de la organización Transparencia Mexicana sobre la opacidad y riesgo de corrupción durante la contingencia sanitaria vuelve a exhibir las deficiencias generalizadas, tanto a nivel federal como estatal, en cuanto a la transparencia de las autoridades. Algunos de los principales problemas detectados fueron que la mayor parte de las contrataciones no son abiertas, que los créditos a empresas y productores no son transparentes en la mayor parte del país, la ausencia y omisiones de los Congresos en términos de fiscalización y la opacidad en la deuda pública adquirida. Y lo que falta.
Cambios en Quintana Roo
Haidé Serrano dejó ayer la Coordinación de Comunicación Social del gobierno del estado de Quintana Roo. Entra en su lugar Carlos Orvañanos, un hombre de todas las confianzas del gobernador Carlos Joaquín González. La transición se dio en los mejores términos por el sólido trabajo desarrollado en los últimos dos años, aunque se sabe hubo resentimientos en el equipo, como en el caso Rubén Ocaranza, quien deseaba quedarse con el cargo. Solo esperemos que no se convierta una piedra en el zapato para Orvañanos Rea. Veremos.