Aquel vaticinio del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, reconociendo que su partido solo estaba en posibilidades de retener la gubernatura de Aguascalientes en 2022 podría quedarse incluso corto. La ruptura del acuerdo entre los aspirantes panistas, la diputada Teresa Jiménez y el senador Antonio Martín del Campo, y la postura de ambos de declararse “ganadores” en la interna amenaza con fragmentar al panismo de la entidad. En esta pugna, más allá de las posturas de ambos, tuvo gran parte de responsabilidad la propia dirigencia, que desde el acuerdo previo a las encuestas dejó abierta la puerta a que los aspirantes no reconocieran el ejercicio y pudieran inconformarse. Y ahora, nos dicen, prácticamente pretende deslindarse y casi casi espera que las cosas se resuelvan por sí solas. A este paso, ni Aguascalientes.
¿De qué se ríe Fayad?
En Hidalgo no pasa desapercibido como viene aumentando la cercanía del gobernador priista Omar Fayad Meneses con la cúpula de la “Cuarta Transformación”, y más porque al mandatario se le suele ver muy cómodo en eventos con integrantes de Morena y con funcionarios federales, algo que no sucede, por ejemplo en los eventos de su partido. Para muestra, su presencia el día de ayer en el evento de la adhesión de México al Programa Artemisa de exploración espacial. En el encuentro, al gobernador hidalguense se le vio muy, muy sonriente departiendo con el canciller Marcelo Ebrard y con la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero. Esta jovialidad del priista contrasta por ejemplo con la incomodidad (e incluso molestia) conque fue percibido recientemente durante la toma de protesta de la nueva dirigencia estatal del tricolor en Hidalgo, en donde fue opacado por la secretaria General del partido, Carolina Viggiano, y fue fríamente recibido por la militancia. No cabe duda, se cosecha lo que se siembra.
Malas compañías
El acuerdo entre las dirigencias de Fuerza por México, Encuentro Solidario y Redes Sociales Progresistas, más que sumar, podría ser un lastre para el movimiento que encabeza Gerardo Islas, y es que vaya que tener de compañeros y aliados a dos impresentables de la política como Hugo Eric Flores y Fernando González, y cargar con su desprestigio, no parece ser la mejor decisión.