El choque entre el subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Alejandro Encinas y Rosario Piedra, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, generará una duplicidad de funciones innecesaria. El presidente López Obrador, al firmar el decreto para crear una comisión de la verdad por violaciones a los derechos humanos en la llamada “guerra sucia”, le da al subsecretario Encinas el poder suficiente para trabajar en un proyecto que incluye a activistas y familiares de víctimas de dicha guerra; sin embargo, Rosario Piedra también creó una oficina en la CNDH para atender casos de la misma época, en la que también trabaja con especialistas y víctimas de la represión. Pero, hasta el momento, ella no ha presentado ningún avance ni algún caso que esté en investigación. Y todo porque no hay una buena relación entre ella y Encinas.
Senado informado
El senador Ricardo Monreal está “amarrando” los acuerdos con el canciller Marcelo Ebrard, para que informe al Senado de la República los acuerdos que se alcancen en la reunión de alto nivel en materia de seguridad, que este viernes llevan a cabo los gobiernos de México y Estados Unidos. El zacatecano comentó que los legisladores tienen que estar “al día” en las negociaciones, porque cualquier acuerdo tendrá que ratificarse en la Cámara alta. En cuanto a la reforma a la Industria Eléctrica, Monreal se comprometió a hablar con todos los grupos parlamentarios, incluso con “Satanás” para lograr los consensos, porque ahora sí la tiene muy difícil; sin embargo, asegura que no debe haber precipitaciones en este tema y se tiene que escuchar a todos.
Cada quien cabildea ‘su’ reforma
Gran parte del éxito o fracaso de la Reforma Eléctrica propuesta por el Ejecutivo federal pasa por los votos del PRI, pero, nos dicen, el potencial acuerdo con el tricolor estaría sujeto, entre otras cosas, a la posibilidad de incluir algunas modificaciones a la iniciativa, lo que cuenta con el aval de algunos personajes como Ignacio Mier o el propio Adán Augusto. No obstante, algunos miembros más “duros” del Gabinete, como Rocío Nahle, no apoyan las modificaciones. Además, hay otros actores, entre ellos, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quien quiere colocarse como interlocutor, pero sin que quede muy clara su postura. Lo dicho, cada quien cabildea “su” reforma.
