Este martes 30 de abril, el Ejecutivo federal estaría enviando a la Cámara de Diputados el Plan Nacional de Desarrollo para el sexenio, lo que abre la puerta para un periodo extraordinario en el Congreso para aprobarlo, ya que el Legislativo tiene únicamente dos meses para dar su aprobación, según la ley. El extraordinario podría convocarse a mediados de junio, según los avances en el estudio del PND y las diversas actividades que se tienen programadas. En principio, el Plan será enviado a comisiones para su análisis, pero de igual forma se llevarán a cabo reuniones de trabajo entre distintos actores políticos, funcionarios e integrantes de la sociedad civil, así como audiencias y foros de parlamento abierto, similares a los que se celebraron previo a la aprobación del dictamen de creación de la Guardia Nacional o la reforma educativa. Los partidos opositores se habían mostrado reacios a la realización de un periodo extraordinario, sobre todo porque Morena y sus aliados se habían resistido a incluir parte de la agenda legislativa del resto de las bancadas. Pero ahora, están obligados a entenderse.
Decisión política
La determinación del presidente Andrés Manuel López Obrador de cancelar el contrato ganado por el empresario Miguel Rincón para que su compañía Bio Pappel Scribe sea proveedora del papel para los libros de texto gratuito de la Secretaría de Educación Pública fue meramente política. Cualquier acción que no hubiese sido la cancelación del contrato otorgado a su ‘compadre’ hubiera sido una losa política para el primer mandatario, y las críticas no habrían cesado. Sin embargo, el problema derivado de esa decisión, es que, ahora la SEP deberá emitir una nueva convocatoria sin que exista una empresa con la capacidad de Bio Pappel para surtir la demanda de papel que requiere la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, lo que ya tiene preocupados a los funcionarios involucrados. Atentos.
UAM, callejón sin salida
Si al inicio de la huelga del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, los empleados emplazados en la Casa de Estudios recibieron el respaldo de gran parte de la planta docente y de los estudiantes, después de 3 meses, ese apoyo se agotó, como quedó de manifiesto en la última marcha de maestros y alumnos. La única petición es que continúen las negociaciones, pero sin el bloqueo de las instalaciones, algo que de momento no consideran los huelguistas, quien poco a poco se van quedando sin aliados, nos comentan.