Nos recuerdan que en el no tan lejano 2013, cuando se aprobó en el Senado la reforma energética impulsada por Enrique Peña Nieto, hubo únicamente dos legisladores panistas que votaron en contra: Ernesto Ruffo, hoy diputado federal y Javier Corral, actual gobernador de Chihuahua. ¿Por qué cobra hoy relevancia el sentido de sus votos? Porque Corral se prepara para buscar la dirigencia nacional panista el próximo año, al concluir su periodo en la gubernatura, y aunque no se ve señalando a sus compañeros de partido, bien podría valerse de su deslinde a la reforma -dadas las “revelaciones” de Lozoya sobre otros panistas-, y también de la captura de su antecesor César Duarte para presentarse como el aspirante ideal para el panismo, sobre todo tomando en cuenta que muy pocos ven a Marko Cortés al frente del partido más allá de 2021.
Prevén otro relevo
La salida de Rosa Icela Rodríguez de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, para asumir como coordinadora general de puertos y marina de la SCT, podría ser el primer movimiento de un funcionario local de alto nivel para llegar al Gobierno federal. Tras el relevo obligado en el segundo puesto más importante del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum podría quedarse en los próximos meses sin su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, quien es uno de los probables relevos de Alfonso Durazo al frente de la SSPC federal. Para sustituir a Rosa Icela, la jefa de Gobierno optó por Alfonso Suárez del Real, también de toda su confianza, pero para el relevo en seguridad, la idea sería darle continuidad al trabajo de García Harfuch, por lo que en caso de su salida podría optarse por un personaje de la estructura actual de la Secretaría.
El tiempo corre
Mientras las filtraciones sobre las declaraciones de Emilio Lozoya y la supuesta red de corrupción con la reforma energética al centro siguen acaparando la atención, el exdirector de Pemex sigue sin tener su audiencia inicial ante un juez. Sin duda se trata de un activo político para la 4T y como tal es el trato que se le da, pero más pronto que tarde tendrá que ser imputado y sobre todo, llegará la hora de probar sus dichos. Mientras tanto, los involucrados dejan que el tiempo corra. ¿Hasta cuándo?