Tan importante es el cristianismo que aun para los no creyentes y los que profesan otras religiones, estas fechas son muy significativas porque representan festejos, familia, amigos y ̶ muchas veces ̶ desenfreno. No acostumbro emitir juicios; no soy quién para hacerlo, ya que lo mío es la ConCiencia Financiera y el entender económico de las personas, de las familias y de la sociedad en su conjunto.
De toda la vida, y sobre todo hoy, pienso en el cierre de año como un ciclo más y por supuesto comparto la algarabía de la mayoría en cuanto al que está por comenzar. Es momento, indudablemente, de reflexionar sobre nuestros hábitos en torno al dinero y todas sus implicaciones. No esperemos a que una de las doce uvas sea inmolada en nombre del “ahora sí voy a ahorrar”.
Hay una frase que hasta la fecha no se sabe si la profirió Napoleón, Santayana o alguien más, pero es muy significativa: “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”. Me pregunto, ¿este enunciado aplica al mundo del bolsillo? Se me hace que no.
Otro refrán, entiendo que muy mexicano, nos dice que “el único animal que se tropieza con la misma piedra más de una vez es el ser humano”. ¿Será cierto?… Desafortunadamente creo que sí, pues a cierta edad (desde que acaba la adolescencia) ya no es válido decir que todos me chamaquean y que soy víctima del universo que se confabula para que yo despilfarre el escaso recurso que me llega a la cartera. (Aun el más grande de los millonarios tiene escasez en comparación con la riqueza total del mundo.)
Asume tu propia responsabilidad. Te propongo que este fin de año no esperes a que sean las 23:59 horas del 31 de diciembre, sino que desde este momento hagas una planeación real de lo que es tu situación económica-financiera para que el 2022 no “te agarre con los dedos tras la puerta”. ¡Aprende de tu historia personal! ¡No repitas los mismos errores que te han complicado la existencia en una patológica relación con el dinero!
No hay fórmulas mágicas para curar al pobre bolsillo ni abundancia con solo decretarlo. Las tradiciones son hermosas, pero si no hacemos la tarea, nadie podrá ayudarnos. ¡Orden! Esta palabra da origen a la estabilidad en todos los ámbitos de la vida, desde lo más íntimo hasta las broncas de lana.
Hay que empezar por el principio. El año 2022 no será fácil en cuanto al dinero, pero de cada uno de nosotros depende cómo afrontarlo.
¡Felices y mesuradas fiestas les deseo! Y si Dios permite, nos leemos el año que entra.
Fuerte abrazo y gracias por seguirnos en “El arte de Saber Gastar”.
Recuerda que “No es más rico el que gana más, sino el que sabe gastar”.