Quienes lleven rato siguiendo la filmografía de Yorgos Lanthimos, podrán saber que este cineasta griego sale fuera del estándar del séptimo arte y ahora con “El sacrificio del ciervo sagrado” (2017) logra una vez más ofrecer un largometraje que enloquece al cinéfilo.
La producción cuenta la historia de Steven, cardiólogo, esposo y padre de familia que lo tiene todo en la vida.
Lanthimos mantiene la tensión al borde del asiento, entrega una pieza única de ficción que nos hace cómplices de los secretos de Steven (Colin Farrell) y sus perversiones, las cuales son en parte alimentadas por su esposa Anna (Nicole Kidman).
La séptima cinta del griego contendió por la Palma de Oro en Cannes el año pasado y ganó el premio a Mejor Guión junto a Lynne Ramsay por “You were never really there” (2017) en el mismo festival francés.
Esta película fue olvidada por la Academia en los próximos premios Oscar, aunque el mérito es claro para quienes saben apreciar el cine de corte thriller.
Esta es la segunda ocasión en la que Farrell y Lanthimos colaboran juntos, en “La langosta” del 2015 se dio su primer encuentro, filme que ganó el Premio del Jurado en Cannes y estuvo nominada a Mejor Guión Original en los Oscares 2017.
A través de atmósferas que emulan una sensación Kubrickiana, es que el horror se acerca al espectador, pareciera que el realizador de Atenas, Grecia hiciera un tributo con sus encuadres y emplazamientos al director de “El resplandor” (1980) aunado a la selección musical que resulta estridente.
Trepidante, inesperada, angustiante, así es esta producción la cual está inspirada en la tragedia de Eurípides “Ifigenia en Áulide” en la que la hija de Agamenón tiene que sacrificar a su hija para apaciguar a la diosa Artemisa y que sus tropas salgan airosas ante la batalla contra Troya.
“El sacrificio del ciervo sagrado” es una ficción que debe ser vista con ojo crítico (y clínico), es necesario apreciarla por su estética y respetarla por el horror que genera, sin duda de lo mejor que se produjo el año pasado, pero muy poco aplaudido en los circuitos comerciales, ya que apenas está por recaudar cinco millones de dólares en taquilla.