Se acaba el año
Rápido corre la vida. Hace un año platicaba con mi familia que 2020 sería un año emblemático, pues rememoraba la famosa década correspondiente del siglo anterior. Y no me equivoqué, aunque evidentemente nunca pasó por mi cabeza que tendríamos una pandemia como la que seguimos viviendo. El caso, chueco o derecho, es que quedan pocas […]
Gianco AbundizRápido corre la vida. Hace un año platicaba con mi familia que 2020 sería un año emblemático, pues rememoraba la famosa década correspondiente del siglo anterior. Y no me equivoqué, aunque evidentemente nunca pasó por mi cabeza que tendríamos una pandemia como la que seguimos viviendo. El caso, chueco o derecho, es que quedan pocas semanas para despedir estos inolvidables doce meses (a Dios gracias).
En el tema financiero llega diciembre, un mes particular que, con todo y contingencia, traerá una mayor derrama económica para que algunos se recuperen, al menos un poco, entre aguinaldo, bonos o simplemente más ventas. Siempre hay un espíritu muy peculiar en estas fechas que ojalá sea aprovechado a nuestro favor.
Ya he tocado el tema del aprendizaje que debemos obtener de todo lo vivido en el tema sanitario-financiero. Esperemos que de veras no se nos olvide hacer un alto en el camino para acendrar el ánimo previsional.
Nunca ha aplicado mejor la famosa frase de la Procuraduría Federal del Consumidor, la conocida PROFECO, acuñada hace casi cincuenta años: “Regale afecto, no lo compre”. A esto le añado: cambia el “tengo” por el “quiero”; no es lo mismo “tengo” que regalar, que “quiero” regalar. Además, a las personas más allegadas definitivamente las debo conocer tan bien que es muy fácil darles un presente que de antemano sé van a disfrutar.
Muchas veces nos hacemos telarañas en la cabeza sintiéndonos comprometidos a demostrar con “muy buenos” obsequios nuestro aprecio por otras personas. Sin embargo, como dice la sabiduría popular, “no está el horno para bollos”, y en este momento menos que nunca.
Con el dinero extra del que dispongamos, hagamos una sana distribución que incluya conceptos como salir de deudas, generar patrimonio e invertir, antes que gastar, comprar y regalar.
Hay que dejar de lado la pésima costumbre de sentirnos con poder al tener más billetes en la cartera, pues no se nos olvide que tardan mucho en llegar y poco en irse los recursos de las personas de clase media, que somos mayoría en México y en el mundo.
Así que ya lo sabes: haz tu lista de prioridades y distribuye inteligentemente los compromisos de este cierre de año. No olvides que 2021 no será sencillo y, entre temas de salud y estrechez económica, se puede complicar todo. No es ser aguafiestas sino realista.
Gasta en función de que es el fin de año, no el fin del mundo.
Recuerda: “No es más rico el que gana más, sino el que sabe gastar”.