Como dice la canción, el Papa Francisco nomás nos dice que sí, pero no nos dice cuándo.
Y es que a pesar de que el presidente Enrique Peña Nieto ha hecho varias invitaciones y el Pontífice ha contestado que sí, nunca nos ha dicho cuándo.
Y ayer no fue la excepción.
Cuando viajaba en el avión que lo conducía de regreso de Corea, el Papa señaló que podría venir a México en septiembre de 2015, pero que no hay ninguna seguridad de que lo haga.
“Los mexicanos quieren que vaya a ver a la Virgen de Guadalupe, y se podría aprovechar la ocasión (como escala de su viaje a Filadelfia), pero no es seguro”, dijo el Papa Francisco.
De ahí que, si acaso viene el Papa, lo hará hasta después de las elecciones, lo que no es ninguna buena noticia para los que querían que viniera antes.
En cambio, lo que sí es cierto y seguro, es que el Papa Francisco ya sabe que el secretario de Hacienda de México anda tratando de fiscalizar las limosnas que donan millones de fieles católicos cada domingo.
Y que eso nunca se le ocurrió, ni al más liberal de los liberales.
Llueven amparos
No solo los obispos católicos de México están muy incómodos, por no decir muy molestos, por las nuevas exigencias de la Secretaría de Hacienda.
También lo están los miles de contribuyentes de todos los tamaños que interpusieron demandas de amparo en contra de la ocurrencia que los obliga a transmitir su contabilidad al SAT.
Según Alberto Fernández Garza, presidente de la Coparmex de Nuevo León, las nuevas disposiciones del SAT “vulneran las garantías constitucionales y afectan directamente la competitividad de las empresas, al aumentar su de por sí ya elevada carga administrativa”.
Chucho defiende a Mancera
Ante las críticas que Gustavo Madero le hizo a la propuesta de los Salarios Mínimos de Miguel Ángel Mancera, vino el revire de Jesús Zambrano.
El presidente del PRD dice que para empezar, los panistas le robaron la propuesta al jefe de Gobierno del DF.
Y que la propuesta del PAN es porque durante el gobierno panista de Vicente Fox, y especialmente en el de Felipe Calderón, el salario mínimo se derrumbó en un 40 por ciento.
Según Jesús Zambrano, el activismo mostrado en los últimos días por el presidente del PAN se explica porque Gustavo Madero quiere “lavarse la cara ante los vergonzosos escándalos en los que han estado involucrados reconocidos militantes de su partido”.
Se vale sobar.