#SomosMásde23

Como parte de la estrategia maderista para anular a los senadores calderonistas, 58 panistas iniciaron ayer un movimiento para pedir a los rebeldes que renuncien al partido y a la Senaduría, si es que ya no se “identifican con la ideología y con el orden institucional del PAN”.

Y ni modo de no darles la razón a los del #SomosMásde23, porque ciertamente muchos de esos 23 son Senadores gracias a que Felipe Calderón los palomeó como plurinominales, o para que ocuparan la primera posición en las fórmulas de candidatos al Senado.

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Como parte de la estrategia maderista para anular a los senadores calderonistas, 58 panistas iniciaron ayer un movimiento para pedir a los rebeldes que renuncien al partido y a la Senaduría, si es que ya no se “identifican con la ideología y con el orden institucional del PAN”.

Y ni modo de no darles la razón a los del #SomosMásde23, porque ciertamente muchos de esos 23 son Senadores gracias a que Felipe Calderón los palomeó como plurinominales, o para que ocuparan la primera posición en las fórmulas de candidatos al Senado.

Como suele acontecer en estos casos, no faltan los que atribuyen a Santiago Creel la autoría intelectual de esta conspiración en contra de los calderonistas, ya que uno de los líderes del movimiento es Raúl Morales Peña quien fuera secretario ejecutivo de Creel en la elección interna del año pasado.

Sin embargo, también participan panistas independientes que no pertenecen a ningún grupo, como Rafael Guarneros Saldaña.

Se espera que los miembros del #SomosMásde23 crezca rápidamente. Para la mayoría de los panistas, la figura de Felipe Calderón es tan o más abominable que la de Vicente Fox.

“Solo hablan por ardidos”

Quiérase que no, es un gran avance que 11 millones de mexicanos que hoy viven a salto de mata en los Estados Unidos, podrán tener la tranquilidad de que no serán deportados si la reforma aprobada por el Senado estadounidense también es aprobada por la Cámara de Representantes.

Sin embargo, nunca faltan los que nada más hablan por “ardidos” y que a pesar de estos avances critican al canciller Meade, por darle la bienvenida a la parte positiva de esta reforma.

Está claro que algunos de los que estudiaron un doctorado en NYU, o en la Universidad de Harvard, no puedan comprender el drama de los mexicanos que trabajan como ilegales en Eastern LA, con el temor cotidiano de ser deportados.

No es difícil imaginar los brincos que hubiera dado el excanciller Jorge Castañeda, si en los tiempos de Vicente Fox los congresistas norteamericanos hubieran aprobado una reforma como la que aprobó ayer el Senado, con todo y que a la mayoría de los mexicanos nos moleste que se selle la frontera.

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