Su Santidad, le presentamos a Jesús
En esta conversación afirma que “cuando eso ocurre, jamás hay que hacer la vista gorda”. Y continúa, “no se puede estar dentro de una posición de poder y destruirle la vida a otra persona”.
También dijo admirar a Joseph Ratzinger por su tolerancia cero hacia la pederastia.
Con dichos antecedentes, nos permitimos presentar al Papa Francisco la historia de Jesús Romero Colín, protagonista del documental “Agnus Dei. Cordero de Dios”.
Este proyecto tiene como línea argumental la denuncia. En este caso particularmente de Carlos López, un presunto cura pederasta.
Juan Carlos Altamirano
En esta conversación afirma que “cuando eso ocurre, jamás hay que hacer la vista gorda”. Y continúa, “no se puede estar dentro de una posición de poder y destruirle la vida a otra persona”.
También dijo admirar a Joseph Ratzinger por su tolerancia cero hacia la pederastia.
Con dichos antecedentes, nos permitimos presentar al Papa Francisco la historia de Jesús Romero Colín, protagonista del documental “Agnus Dei. Cordero de Dios”.
Este proyecto tiene como línea argumental la denuncia. En este caso particularmente de Carlos López, un presunto cura pederasta.
Jesús cuenta en la cinta que fue durante una navidad, cuando era un monaguillo de 12 años, que López fue invitado a cenar a su casa. Después de la reunión, el sacerdote le dijo que se fuera a dormir con él a la sacristía.
Los padres de Jesús, católicos devotos, autorizaron la solicitud porque venía de un “representante de Dios en la Tierra”.
Alejandra Sánchez, directora del documental, contactó a Romero Colín al leer el libro “Prueba de fe, la red de cardenales y obispos en la pederastia clerical”, de la periodista Sanjuana Martínez.
La realizadora incluyó en el documental fotografías que Carlos López le tomaba a su monaguillo. Asegura que decidió mostrarlas porque la tendencia de la Iglesia, de la justicia e incluso de algunos feligreses es negar y ocultar estos casos, o culpar a las propias víctimas.
Después de largas pláticas entre Sánchez y Colín, él aceptó hacer la película, contar la historia de abuso sexual que vivió cuando era niño y, cumpliendo con el deseo de su madre, soñaba con ser sacerdote.
En el documental se proyecta a Jesús buscando a su agresor, encarándolo mientras oficia misa y grabándolo a cámara escondida.
“Agnus Dei. Cordero de Dios” es un trabajo plausible por su espíritu de denuncia, su propuesta y ritmo narrativo, pero sobre todo por la frontalidad con la que el protagonista y la documentalista enfrentan un tema de alta sensibilidad social.
En entrevista para Reporte Indigo, Jesús asegura: “¡Qué bueno que no fui sacerdote!”. Y subraya, “la gente que es fanática cae perfectamente como anillo al dedo, porque se ciegan, porque no se dan ese tiempo para reflexionar y pensar”.
Señaló que, a pesar de que el juez 55 en material penal de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Delitos Sexuales de la PGJDF ha regresado el expediente en varias ocasiones, lo único que le hace falta es ”ver al cura en prisión purgando una pena”.
Es deseable que el caso de pederastia sufrido por Jesús Romero Colín, y el de miles de víctimas en todo el mundo, retomen fuerza y redundancia con la llegada del argentino Jorge Mario Bergoglio a la cúpula del poder de la Iglesia Católica.
Como el propio Papa Francisco afirma: “Cuando eso ocurre, jamás hay que hacer la vista gorda”. Con esa certeza, nos atrevemos a decir: Su Santidad, le presentamos a Jesús.