El gobernador electo de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, decidió crear en materia de Comunicación Social, dos reinos: uno en la capital de la entidad, Ciudad Victoria, y otro más en la Ciudad de México. Es en este reino donde nombró a Alfonso Brito, incondicional de Marcelo Ebrard durante la polémica de la Línea 12 y también durante su exilio parisino. Nos dicen los que saben que esto demuestra que, tarde o tempano, García Cabeza de Vaca no tendrá empacho en proponer al mismísimo Ebrard para una posible alianza entre el PRD y el PAN en el 2018.
Reparto partidista
En el Senado ya apareció el fantasma del reparto de cuotas y de intereses para el Tribunal Electoral. Hoy comparece la última terna de aspirantes y ahora el balón estará en la cancha de la Junta de Coordinación Política, donde se decidirá qué terna competirá para permanecer tres, seis o nueve años. Lo sospechoso del asunto es que en el acuerdo sobre la elección de los magistrados, los senadores no redactaron un punto donde se especifique quiénes de los candidatos serán nominados para estar nueve años en el Tribunal, quiénes para seis y quiénes para tres.
Ahora hay quien sospecha que ahí podría estar la mano negra para la designación de magistrados a modo. Y, como dice el dicho: “Piensa mal y acertarás”.
El misterio de las galletas
Pues resulta que hay una pregunta que recorre los pasillos de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. ¿Dónde están las galletas? Y es que hasta hace unos meses estos famosos panecillos estaban por todas las oficinas y se les invitaba a todo visitante. Pero de pronto desaparecieron. Nos cuentan que quienes han preguntado han encontrado con que se llegaban a gastar hasta 200 mil pesos mensuales en galletas. Pero el misterio está en ¿por qué dejaron de comprarlas? ¿O se siguen pagando y no se entregan? Son muchas las preguntas y pocas las respuestas. Es el misterio de las galletas.
