Que difícil se me hace, mantenerme en este viaje
sin saber a dónde voy en realidad.
Si es de ida o de vuelta, si el furgón es la primera,
si volver es una forma de llegar.
El olor de la melancolía fue el que dominó el sábado pasado en Los Pinos durante la fiesta del cumpleaños 50 del presidente Felipe Calderón.
Y es que el tema de la tarde –la canción “Todo a pulmón”, de Alejandro Lerner– fue la que dio la pauta no solo del video, sino de una tarde muy entrada en la nostalgia del que se va.
Las crónicas enfocan sus reflectores a los que sí asistieron. Como los panistas Luis H. Alvarez, Diego Fernández de Cevallos, Fernando Gómez Mont, Rodolfo Elizondo, Javier Lozano, César Nava y Germán Martínez.
También en los gobernadores azules Marco Adame y Guillermo Padrés, José Guadalupe Osuna y los aliancistas como Gabino Cué y Mario López Valdés.
Ni qué decir de los priistas como Pedro Joaquín Coldwell, Beatriz Paredes, Francisco Rojas, Joaquín Gamboa Pascoe, o los gobernadores tricolores como Eruviel Ávila, Rubén Moreira, César Duarte y Andrés Granier.
O los empresarios Carlos Slim, María Asunción Aramburuzabala, Ricardo Martín Bringas, Valentín Diez Morodo, Armando Garza Sada, Miguel Alemán Magnani y Agustín Coppel.
Que difícil se me hace, cargar todo este equipaje,
se hace dura una subida al caminar.
Esta realidad tirana, que se ríe a carcajadas,
porque espera que me canse de buscar.
Y sí, quizá Calderón se cansó de buscar la unidad de un partido que perdió. Porque lo que habló más del evento fue quienes no se hicieron presentes. Porque no quisieron, porque no pudieron, o porque no los invitaron.
Josefina Vázquez Mota brilló por su ausencia. Que todavía no regresa. Gustavo Madero andaba en Tijuana. ¿No fue el líder nacional del PAN, pero sí fue el del PRI? ¿Curioso, no?
Juan Manuel Oliva, apóstol del llamado Yunque, también brilló por su ausencia. Dicen que andaba de gira. Miguel Angel Yunes dice que se lastimó la rodilla. Rafael Giménez, el encuestólogo de cabecera no pudo asistir. A Juan Carlos Romero Hicks no lo convocaron.
Cada gota, cada idea, cada paso en mi carrera
y la estrofa de mi última canción.
Cada fecha postergada, la salida y la llegada,
y el oxígeno de mi respiración….
y todo a pulmón, todo a pulmón.
Se veía un Calderón tranquilo, contento, reviviendo su bohemia entre Sabina, Benedetti y Lerner, tres de los autores favoritos de la pareja Calderón-Zavala.
El mensaje entre líneas: “Cumplí mi deber, aunque casi doy la vida. Ojalá un día me lo reconozcan. Me voy en paz, no tengo miedo”.
Paseo por las reformas
Y mientras, en Chihuahua, Emilio Gamboa –el jefe de la bancada priista en el Senado– convocó a sus legisladores a una plenaria para definir la agenda de reformas.
Lo hizo en Chihuahua porque su amigo el gobernador César Duarte, fiel aliado desde los años legislativos en San Lázaro, se apuntó como anfitrión.
Van a discutir las reformas, sí, pero buscarán sacar por delante dos. La fiscal y la energética. Y para eso invitaron a dos oradores de lujo.
Para la fiscal será Agustín Carstens, con quien Gamboa negoció la reforma de 2008. Sí, aquella que creó el IETU y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE). Y para la reforma energética va Juan Carlos Zepeda Molina, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Ya reseñaremos.
El IFE ya terminó
Todo indica que el IFE ya terminó la resolución en torno a la controvertida elección presidencial y el fallo, como se esperaba, favorece a Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, como sucedió en las elecciones de Vicente Fox y de Felipe Calderón, se deja abierto el expediente para la investigación de los financiamientos de campaña. A ver cuánto tardan en esclarecerlo.
