Han iniciado los Juegos Paralímpicos y México siempre ha obtenido buenos resultados porque nuestros atletas dan su mayor esfuerzo, lo lamentable aquí, es que no tienen la misma difusión y reconocimiento que nuestros atletas olímpicos, ¿por qué? porque en nuestro país hay discriminación.
Ayer conseguimos nuestra primer medalla con la nadadora Fabiola Ramírez en la final de 100 metros de dorso, gracias a su dedicación, disciplina y entrega, vimos ondear nuestra bandera en menos de 24 horas de haberse inaugurado los Paralímpicos.
Si bien algunos medios de comunicación mencionan el triunfo de Fabiola, no todos los hacen, ni en las redes sociales abundan las felicitaciones y reconocimientos que con sus pares que participaron en los Juegos Olímpicos, debido a la indiferencia que existe cuando hablamos de discapacidad.
Los Juegos Paralímpicos surgen gracias al médico judío Ludwig Guttmann, quien escapó de los nazis, y descubrió que el deporte era un incentivo para los soldados británicos que habían quedado discapacitados debido a la Segunda Guerra Mundial, y que al caer en depresión fallecían a los pocos meses.
Los Paralímpicos empezaron con el tiro con arco, y al paso del tiempo se sumaron otras disciplinas deportivas. En 1988, en Seúl, fueron reconocidos como una competencia equiparable a los Juegos Olímpicos.
Y es verdad que los Paralímpicos son historias de vida, de supervivencia y de esperanza, quizá por ello es que deberían de tener más difusión y proyección, no porque los atletas olímpicos no lo sean, sino porque vivir con una discapacidad hace una diferencia en una sociedad donde la discriminación es el pan de cada día.
En México hay 16.5 por ciento de personas con discapacidad, según el Censo 2020 que realiza el INEGI; y son 60 nuestros atletas paralímpicos los que participan en once disciplinas distintas.
La fundación Yo También, creada por Katia D’ Artigues y Bárbara Anderson, está haciendo una extraordinaria cobertura de los Juegos Paralímpicos a través de sus redes sociales; en donde, además, es posible conocer la historia de cada deportista.
En 2012, un testigo, que pidió el anónimato, interpuso ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), una queja contra televisoras como Canal 22, Canal Once, Televisa y TV Azteca, por la discriminación dirigida en la cobertura de los Juegos Paralímpicos.
La demanda señalaba: “La falta de transmisión de los Juegos Paralímpicos por parte de los medios de la misma calidad duración y difusión que los Juegos Olímpicos es un acto de discriminación por parte de la Secretaría de Gobernación y la SCT, que son las facultadas para regular o promover (que) la actividad de los medios respete la dignidad humana”.
“En concreto, la falta de transmisión de los Paralímpicos es una omisión de la obligación de los medios de alentar una imagen positiva de las personas con discapacidad y el deporte adaptado conforme al artículo 30 de la CPCD (Convención por los derechos de las personas con discapacidad)”, se lee.
Ese año, la periodista D’Artigues afirmó que el argumento de que “sale muy caro cubrir los Juegos Paralímpicos”, es un círculo vicioso, y agregó, que “si nadie o pocos lo cubren, nadie se entera y nadie los sigue, no hay anunciante alguno. ¿Qué tal que empezáramos por cubrirlos?”
En un país como México no debería de haber quejas por la falta de cobertura, por el contrario, sería interesante y gratificante que todos nuestros ojos estuvieran en la cobertura de los Juegos Paralímpicos porque nuestros atletas lo merecen.