Si Enrique Peña Nieto soñó algún día que la investidura del poder presidencial le podría alcanzar para reformar los “usos y costumbres” del sindicalismo mexicano, seguramente ya se habrá dado cuenta de que poco o casi nada puede hacer “por las buenas” un presidente de la República para lograr que los líderes sindicales sean electos democráticamente.
Basta ver la forma en que se realizaron este fin de semana las “elecciones” en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y en el Sindicato de Trabajadores de Petróleos Mexicanos.
Elba Esther Gordillo fue “electa” una vez más como la máxima dirigente, posición que ha ocupado desde 1989 bajo diferentes denominaciones para “no violar” los estatutos del sindicato que prohíben la reelección por más de dos períodos consecutivos.
Por su parte el multimillonario e intocable Carlos Romero Deschamps fue reelecto por otros seis años más como el secretario general del sindicato petrolero, posición que tiene desde hace 22 años nada más.
¿Tú le crees a Carlos Romero Deschamps y al Elba Esther Gordillo que las elecciones sindicales fueron democráticas y transparentes?
Nosotros tampoco.
Esperan línea de Peña Nieto
Aunque algunos senadores priistas, como el líder de los burócratas Joel Ayala, habían dicho que le meterían mano a la reforma laboral, a la hora de la hora no presentaron ninguna reserva ante la Comisión de Trabajo. El plazo para hacerlo se venció el viernes.
Y es que la bancada priista fiel a la “tradición de la línea” se disciplinó en espera de la decisión de Enrique Peña Nieto, que hoy les explicará el coordinador de la bancada, Emilio Gamboa.
Como los senadores del PAN no hicieron caso a los empresarios que exigen que la reforma se apruebe tal como la dejaron los diputados, los líderes empresariales presionaron para exigir a Peña Nieto que cumpla con lo que les prometió en junio pasado: “Una reforma laboral por consenso”.
“Bajar los costos laborales sin afectar los privilegios de los líderes sindicales.”
Si todo funciona como los empresarios esperan, se supone que Peña Nieto también le dará línea a Calderón, para que a su vez dar línea a algunos senadores del PAN, y de esta manera se diluya la mayoría de la alianza PAN-Izquierdas.
AMLO también acudirá al senado
Aunque Andrés Manuel López Obrador no controla a la totalidad de los senadores de izquierda, aprovechará también la ocasión de atención nacional en la reforma laboral para hacer acto de presencia en el Senado y expresar su exigencia de que las izquierdas voten en contra de lo que aprobaron Felipe Calderón y Peña Nieto a través de la Cámara de Diputados.
Otra apuesta de Felipe Calderón
“Haiga” sido porque se lo pidió Peña Nieto, o “haiga” sido porque se lo pidieron los casineros –entre los que se encuentra Televisa– cuando faltan apenas 40 días para que termine su gobierno, Felipe Calderón ordenó la reforma del Reglamento de Juegos y Sorteos que “legaliza” el uso de maquinitas “tragamonedas”.
Con esta medida los empresarios ya no tendrán que promover amparos argumentando que sus maquinitas no son juegos de azar, sino de “habilidad y destreza”.
Por más que la reforma al reglamento denote alguna “habilidad y destreza” para darle la vuelta a la prohibición de la constitución, lo cierto es que el gobierno de Felipe Calderón sigue distinguiéndose por su “torpeza” respecto de su obligación de procurar justicia por la tragedia del Casino Royale.
Los deudos claman justicia por lo ocurrido hace más de un año.
