El enlace de Juan Cristóbal Salinas Occelli y Natalia Esponda no podía ser ubicado en mejor contexto de tiempo y circunstancia.
La boda del hijo de Carlos Salinas de Gortari se convirtió en la imagen perfecta de lo que promete ser el glorioso regreso del PRI a Los Pinos.
Un ex presidente poderoso y feliz, flanqueado en la mesa principal, en forma de “u” por el líder del senado, Emilio Gamboa, y el líder de los diputados, Manlio Fabio Beltrones. ¿Alguna duda de Who’s the Boss?
Incluso el sorpresivo cambio de jugada de la ceremonia religiosa, amenazada por una protesta del #YoSoy132, demostró que en el equipo que viene hay inteligencia, que no hay lugar para la sorpresa, que hay capacidad de reacción.
Oportunamente, Enrique Peña Nieto se disculpó. El pretexto de su gira por Centro y Sudamérica, su primera como presidente electo, le daba la oportunidad perfecta para justificar su ausencia.
Pero no era necesario. Once gobernadores priistas se encargaron de refrendar con su presencia el retorno con todo el poder de un Salinas que vuelve –¿alguna vez se fue?– para consumar el proyecto que una bala asesina le truncó en Lomas Taurinas la tarde del miércoles 23 de marzo de 1994.
‘A raya’
El pasado viernes la procuradora de la República, Marisela Morales, aseguró que existen elementos suficientes para detener al ex gobernador tamaulipeco Tomás Yarrington.
Esto sucedió durante la comparecencia que tuvo la funcionaria calderonista en el senado.
Y la cosa hubiese pasado desapercibida sino es porque hubo un acuerdo previo con un senador panista que le pidió a la procuradora retomar el tema y utilizarlo como un elemento para atacar a los priistas.
El legislador tamaulipeco albiazul Francisco Javier García Cabeza de Vaca le pidió el favor a la funcionaria ya que a los tricolores tienen que “mantenerlos a raya” y les quedan pocas semanas al sexenio panista para lograrlo.
Lo que suena curioso es que Morales asegura que mantienen intercambio de información sobre Yarrington con el gobierno de Estados Unidos y es muy conocido que el ex mandatario norteño se encuentra en ese país y no ha sido detenido.
Habrá que ver y esperar para saber quién tiene la razón.
El avión presidencial
El presidente Felipe Calderon tuvo que explicar a los reporteros que viajaron con él a Estados Unidos que la presencia de los aviones caza F5 que los escoltaban se debía a una “sopresa de despedida”.
Un gesto que le tenían preparado los miembros de la Fuerza Aérea Mexicana.
Y es que si no lo hubiera hecho, más de uno de los viajeros podría haber imaginado que estaban a punto de vivir una aventura de película.
Quizá como aquella del film “Air Force One” de Harrison Ford, en la que un grupo de terroristas Kazacos secuestran al avión presidencial, el cual es defendido a capa y espada por el mandatario de EU.
Hay quienes dicen que la ocurrencia fue iniciativa de la Fuerza Aérea ya que están muy agradecidos con Calderón.
Sin embargo hay otros que se preguntan si el gesto no habrá tenido qué ver con los helicópteros Black Hawk que solo tiene la Policía Federal de Genaro Garcia Luna
Y es que con todo y que los F5 todavía vuelan, tienen como 30 años de antigüedad.
