Se juntan en la clandestinidad, tomaron por la fuerza un edificio y fabrican jabón, pero a diferencia de la ficción escrita por Charles Michael “Chuck” Palahniuk en 1996, ellos no cuentan con cuerpos esculturales como el de Tyler Durden –interpretado por Brad Pitt en la película homónima “El club de la pelea” (1999)– ni tampoco tienen como regla el que se les prohíba hablar de su organización, menos el llegar al extremo de los golpes, pero si luchan por hacer un cambio entre su sociedad y aunque no sea a puño limpio, lo hacen desde la conciencia, las acciones y las palabras.
Hace tres años en Thessaloniki, Grecia, la fábrica VIOME se vio forzada a cerrar sus puertas, dejando en el desempleo a 70 personas que se dedicaban a hacer mosaicos de cerámica, sólo dos decenas de hombres se negaron a la realidad y empujados por las ganas de seguir adelante tuvieron una descabellada idea: apropiarse del inmueble y trabajarlo a como diera lugar.
“Próxima estación: Utopía” (2015) presenta de cerca la realidad vivida con la crisis económica de la nación griega y cómo es que 20 hombres cambiaron la manera de trabajar para hacerse de su propio beneficio monetario y las peripecias con las que han tenido que lidiar por no estar en el marco de la legalidad y haberse adueñado de una fábrica que no es suya.
Durante una hora y media los testimoniales llegan a cuadro de manera cruzada, dando las posturas de quienes decidieron quedarse para trabajar la planta de cerámica reformada en un laboratorio químico para fabricar productos de limpieza, así como quienes titubean en seguir adelante o los que prefirieron irse y apostar su futuro incierto en otro oficio del país endeudado de la Unión Europea.
El largometraje captura puntualmente a los obreros en su día a día, e inclusive la visita de el entonces candidato Alexis Tsipras –ahora primer ministro de Grecia– que prometía dar seguimiento puntual a la situación de incertidumbre de los hombres fabricantes de jabón.
También la voz de Christina Philippou –la dueña original de la fábrica– está presente en el documento audiovisual, dando la negativa por los trabajadores que se posesionaron de la nave industrial que fundaron sus antepasados.
La cinta es un claro ejemplo de la perseverancia en momentos de desesperación, de cómo es posible seguir luchando dentro de una causa perdida y sobre todo a no abandonar la fe y esperanza de que un porvenir puede llegar, aunque no sea el mejor, pero que de algo sirve.
El largometraje estará dentro del festival Docs MX exhibiéndose en la sección “Otro mundo es posible”.
“Utopía” es la muestra de que nada se resuelve a golpes; las palabras y las ideas tocan más allá en este verdadero club de la lucha, que busca hacer un proyecto de cambio y no de caos.
