El secretario de Hacienda Luis Videgaray salió ayer del Senado en calidad de damnificado.
Y es que el secretario de Hacienda simplemente fue incapaz de refutar contundentemente las críticas y cuestionamientos que le hicieron los senadores de oposición.
Aunque ciertamente, en muchos casos, el doctor Videgaray no tuvo para dónde hacerse.
Nadie puede negar el hecho de que el crecimiento económico de México estará por debajo del crecimiento de los Estados Unidos.
Como tampoco nadie pude negar que fue un terrible error de estrategia provocar la ira de las clases medias proponiendo gravámenes a la educación, a las hipotecas y las rentas.
Tampoco se pude ignorar el hecho de que al doctor Videgaray se le pasó la mano al provocar grandes subejercicios que finalmente repercutieron en la economía del país.
En cambio, lo único que los senadores le aplaudieron al secretario de Hacienda fue el anuncio que hizo de que el gobierno sacará del aire los spots de la reforma energética y de la reforma fiscal.
Los sustituirán con spots del presidente Peña Nieto atendiendo a los damnificados por las inundaciones.
La paja en el ojo ajeno
Sin embargo, no en todo tuvieron razón los críticos del doctor Videgaray.
Y es que si bien es cierto que la tasa del crecimiento económico de México en los tres últimos años de Felipe Calderón fue mayor que la de los Estados Unidos, también lo es que en el año 2009 la caída del PIB de México fue del 6.07 por ciento, en tanto que la de nuestros vecinos apenas cayó un 2.67 por ciento.
Peor aún. Cuando el panista Ernesto Cordero fue secretario de Hacienda en el 2009, México fue el último lugar en crecimiento económico de América Latina. Nuestro país creció menos que Haití.
Qué lástima que no escuchamos al priista decirle a Ernesto Cordero que con Calderón se tuvo el más bajo en los últimos 25 años.
Y que con Calderón el país creció menos que con Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox.
Como también habría sido bueno puntualizar que Felipe Calderón le heredó al gobierno de Peña Nieto 15 millones de pobres, de acuerdo con la medición oficial de la Coneval.
Ya para qué
Parece una burla que los consejeros del Instituto Federal Electoral, a estas alturas, hayan acordado dar vista a la Unidad de Fiscalización para que inicie una investigación de las cuentas del PRI por la detección de dos tarjetas Bancomer con las que se pagaron a representantes de partido.
