Los senadores perredistas terminaron dándole la razón a Andrés Manuel López Obrador al no asistir al foro sobre reforma energética organizado por el Senado.
Y es que a las primeras de cambio el coordinador de la bancada perredista en el Senado, Miguel Ángel Barbosa, cayó en la cuenta de que el foro que suponía sería un espacio plural para discutir los pros y contras de la propuesta del gobierno, en realidad está cargado para el lado del gobierno.
Por más que el priista David Penchyna lo niegue, es evidente que la mayoría de los invitados está integrada por exfuncionarios priistas, asesores y simpatizantes del gobierno.
Entre los que participan están los priistas Jaime Zabludovsky Cooper, Luis de la Calle, y Mario Gabriel Budebo.
Está claro que hizo falta mucha más inteligencia para taparle un poco el ojo al macho.
Solo faltó que el discurso inaugural lo pronunciara el intocable Carlos Romero Deschamps.
La rebelión
Se hayan puesto de acuerdo previamente o no con Enrique Peña Nieto, el hecho es que ayer Jesús Zambrano y Gustavo Madero anunciaron, por separado, que no aprobarán el resto de las reformas en tanto no se discuta y apruebe previamente una reforma político-electoral en el Congreso.
Sin embargo, mientras que a Madero le fue muy bien al obtener el apoyo de la totalidad de los panistas en el Senado, al perredista Jesús Zambrano le fue muy mal.
Y es que casi la mitad de su bancada en la Cámara de Diputados, controlada por Marcelo Ebrard y Bejarano, dijeron que no apoyarán la iniciativa formulada por Zambrano.
Los inconformes sostienen que los representantes del Pacto por México no simbolizan a ningún sector de la población. Y en eso tienen toda la razón.
Marchas en pro de las marchas
El jefe de Gobierno del Distrito Federal ya dio color respecto de la propuesta de regulación de marchas que propone el PAN.
Miguel Ángel Mancera está en pro de las marchas porque dice que acabar con ellas difícilmente acabará con ellas.
Puede ser que Mancera tenga razón. Habría muchísimas marchas en contra de la intentona de regular las marchas.
