45 años de preservar el legado fílmico
La Cineteca Nacional cumple un aniversario más resguardando lo mejor del séptimo arte mexicano e internacional; el inmueble, edificado por el despacho Manuel Rocha y Michel Rojkind, ha pasado por distintos cambios
Hidalgo NeiraLo que inició como un acervo único para el cine nacional el 17 de enero de 1974, con el paso del tiempo se ha convertido en todo un espacio para fomentar la industria fílmica. Al día de hoy, la Cineteca Nacional aloja además de salas de proyección, un laboratorio y una biblioteca especializados, entre más lugares impregnados de celuloide.
Cuatro décadas y un lustro enmarcan el nacimiento de este lugar, sede cultural que es reconocida por propagar las producciones audiovisuales tanto mexicanas, como internacionales, sobre todo, de corte independiente y fuera de los grandes estudios hollywoodenses.
Aunque se cumplen 45 años de su inauguración oficial, el espacio anterior en el que se encontraban las salas de exhibición y el resguardo fílmico estaban en los Estudios Churubusco, por lo que el recinto actual cumplirá 35 años de operar en la sede de Xoco.
Tras las ampliaciones, modificaciones y reestructuraciones en la operatividad de la Cineteca, a lo largo de estos 45 años, la edificación cultural cuenta con un archivo fílmico de 17 mil 750 copias en 35 mm y 16 mm, contabilizados hasta mayo del 2015, además de que ofrece actividades paralelas al mundo audiovisual y programas de educación con su Departamento de Extensión Académica.
Este 2019, el recinto sigue estando de manteles largos con la prolongación de la exposición Hitchcock, más allá del suspenso, hasta el 3 de marzo y la recién inaugurada retrospectiva al cineasta Arturo Ripstein.
¿Accidental o intencional?
El cineasta Gibrán Bazán cuestiona en su documental Los rollos perdidos (2012) cuál fue el motivo real del percance inflamable ocurrido en 1982, ya que al interior de la Cineteca se resguardaba pietaje original de la masacre de Tlatelolco, mismo que fue rodado por Servando González. Nunca se esclareció como inició el accidente que arrasó con el archivo fílmico.
Asistencia récord en 2018
El espacio de exhibición fílmica tuvo un crecimiento de 100 mil visitantes en comparación con el 2017, ya que un total de un millón 407 mil 573 usuarios estuvo en las instalaciones en 2018, de los cuales un millón 325 mil 912 fueron cinéfilos que acudieron a funciones, además de que contaron con 170 estrenos mexicanos e internacionales.
El cine como instalación
Para dar cobijo a montajes itinerantes dentro de la Cineteca, en 2015 se inauguró su Galería, la cual ha recibido exposiciones de gran relevancia, como Cineteca Nacional 40 años de historia / 1974-2014 (2015), ¿Actuamos como caballeros o como lo que somos? El humor en el cine mexicano (2016) y Stanley Kubrick (2016-2017), por mencionar algunas.
Más allá de la butaca
El cinéfilo avanzado que desee conocer más del universo fílmico, puede acercarse a la Videoteca Digital Carlos Monsiváis, que cuenta con más de 7 mil títulos. Esta colección puede consultarse y verse en las estaciones disponibles; también está el Centro de Documentación que posee más de 16 mil libros, folletos y revistas.
Preseas de honor
La Cineteca Nacional también expide reconocimientos por la labor artística tanto a cineastas mexicanos como a extranjeros. En el caso de los residentes del país, se les otorga la Medalla Salvador Toscano, institucionalizada desde 1983 y a los internacionales, la Medalla Cineteca Nacional, entregada sin periodicidad específica.
Restaurando el cine mexicano
Con motivo del centenario de su exhibición, la Cineteca Nacional restauró El automóvil gris, en noviembre pasado, proceso que le tomó tres años de trabajo al Laboratorio de Restauración Digital. La cinta ahora se encuentra disponible a la venta en Blu-Ray, con esto inició un periodo de rescate para otras cintas mexicanas como Los olvidados (1950).
Cuidando la memoria visual
Otro de los proyectos alternos que tiene vigente la Cineteca, es recibir todo el material fílmico casero que tengan los mexicanos. En 2010, este plan recibió el nombre de “Archivo Memoria”, con la idea de que los rollos donados puedan ser preservados en el laboratorio del espacio cinematográfico y existan como registro para consultarse.