En este espacio aludimos a que las personas compran más cuando pasan por un mal momento o por una mala racha económica. Y, pese a los beneficios de la terapia de compras moderadas, Lindsay y Britney son un ejemplo de adicción al shopping y de mala administración.
Lindsay “LiLo” Lohan estuvo internada durante 90 días en el centro de rehabilitación Betty Ford, su tratamiento no fue tarea fácil y eso se vio reflejado en los 5 mil dólares que gastó al día, sin problema alguno.
Según Radar Online, un paciente del mismo centro dijo que LiLo “podía comprar en Internet todo el día (…) principalmente ropa (…) era como una adicción”.
Para pagar sus compras en línea, utilizaba la tarjeta de crédito de un amigo –desconocido– de Nueva York.
Inclusive hacía regalos, ya que recientemente se publicó que tuvo un novio dentro de rehab, al que le regalaba obsequios. Le llegó a comprar siete pares de zapatos.
Los pacientes y los médicos le pidieron que detuviera su manía de comprar, pues era molesto ver las cajas que le llegaban con sus pedidos.
Britney no se queda atrás
La “Princesa del pop” gastó –tan solo en el 2012– casi 7 millones de dólares en comida rápida y objetos ridículamente costosos, tales como luces navideñas de 3 mil 400 dólares.
En su vestuario y artículos personales gastó 34 mil dólares, menos de lo que gastan otras artistas. Pero en comida rápida como sándwiches, Spears no escatimó en derrochar sus millones.
