Comprar se ha vuelto una actividad indispensable para nuestras vidas pues “necesitamos” de todo para vivir: ropa, zapatos, enseres domésticos, comida, artículos de limpieza… y todo lo que nuestro gusto y bolsillo permita, llegando muchas veces a extremos de acumulación.
Ann Patchett, escritora estadounidense y columnista de The New York Times, decidió pasar un año sin comprar más que lo necesario y, además de resultar un experimento muy interesante, resultó ahorrativo. Así que si lo intentas, podría ser una excelente meta para 2018, que ya está a la vuelta de la esquina.
¿Cómo empezar?
Lo primero es decidir qué cosas no puedes dejar de comprar: comida, jabón o artículos que se relacionen con tu trabajo; también es importante que revises lo que ya tienes: si quieres probar una marca de arroz diferente primero debes consumir todo el que ya tengas, si vas a comprar jabón o crema primero termina los que tienes guardados o esos “poquitos” que vas dejando.
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También debes pensar en esas compras que parecen necesarias, pero no son indispensables como los regalos para amigos en cumpleaños, bodas y otras celebraciones. Puedes sustituir eso por regalos en especie o tiempo: pasear a sus mascotas, cuidar a sus hijos una tarde, llevar su auto al lavado. El punto es no comprar.
El saber qué puedes y que no puedes comprar te ahorrará mucho tiempo pues no andarás paseando por los centros comerciales o el súper pensando qué te hace falta, pues lo tendrás muy claro; puedes usar ese tiempo para planear o pensar en tus otras metas de Año Nuevo.
Pasar el deseo de compra por algunos filtros puede ayudarte a evitar las comprar compulsivas. Ante el “querer comprar”, te puedes preguntar si lo necesitas, si no tienes algo parecido, si puedes renovarlo de alguna manera, si no afecta tu economía, y así, evaluar el motivo por el cual tienes el deseo de comprar.
De acuerdo con la experiencia de quienes han realizado este tipo de experimentos, lo más difícil son los primeros meses o semanas, pues todo depende de tu voluntad y decisión. Si consideras muy complicado hacerlo por un año, puedes comenzar por temporadas (una o dos semanas por mes), o elegir un día exclusivo para comprar lo necesario; es decir, si el lunes no compras lo que necesitas es porque no te urge realmente.
Y bueno, sabemos que somos parte de una economía social-global, pero “tomarse un descanso del consumismo no hará que el mercado financiero se derrumbe”.