A través de la música es posible expresar sentimientos, ideas y emociones. A veces, es la mano que nos ayuda a recorrer un camino, una trama, una historia. Y eso, es algo que sabe con certeza el pianista José María Serralde Ruiz, fundador y director de Ensamble Cine Mudo, un proyecto que se dedica a musicalizar el cine de los primeros tiempos.
“Es un proyecto que nació en círculos universitarios. Al momento de exhibir películas de los primeros tiempos que no tenían el sonido incorporado, esencialmente tuvimos la necesidad de comenzar a tocar como se hacía, en vivo, para acompañarlas. Conformamos este ensamble de manera más regular y profesionalizada de la mano de la Filmoteca de la UNAM y la Cineteca Nacional”, explica Serralde Ruiz en entrevista.
Actualmente está conformado por un trío estable: José María Serralde, pianista; Roberto Zerquera, percusionista, y Omar Álvarez, violinista, los tres son egresados de la Facultad de Música de la UNAM, antes Escuela Nacional de Música.
“Al principio, había un interés muy particular, porque era una práctica que no sucedía regularmente en México. Definitivamente parece que comenzó a ser del gusto del público, poco a poco generamos una audiencia que está muy interesado en ir a estas funciones, pero algo que es muy interesante fue que la primera reacción desde la Facultad de Música fue de muchísima extrañeza porque, por supuesto, éramos músicos con formación para tocar repertorios de conciertos, entonces era muy extraño para nuestros maestros, nuestros compañeros, que nuestro interés estuviera centrado en este oficio que había desaparecido hace muchos años en el mundo”, recuerda el director.
Entre risas, comenta Serralde que es curioso que ahora, en 2018, en dos semanas comiencen un taller profesionalizante sobre esta práctica justo en la Facultad de Música, lo que muestra que los tiempos están cambiando.
El inicio del camino
Serralde Ruiz también fue el fundador del Cine Club de la entonces Escuela Nacional de Música. Se encargaba de programar los ciclos de cine en 16 mm, dice que en un principio todo fue un ejercicio personal de programación, pero esa actividad le permitió darse a conocer con las autoridad de la Filmoteca, que era la institución que regulaban, controlaba y proporcionaba materiales para los cine-clubs universitarios.
“Ellos mismos nos llamaban a trabajar en sus funciones de cine mudo, esto se extendió después a la Cineteca Nacional. Lo que pasa ahora, es que cuando un archivo fílmico o un proyecto cultural tiene como cometido presentarse en estreno, que es una palabra muy interesante, estreno para cine que se hizo en los años 20, lo que se estrena no es la película misma, se estrena la restauración, la recuperación digital de las películas. Por ejemplo, la Filmoteca de la UNAM y la Cineteca Nacional nos han comisionado las cuatro únicas restauraciones de cine mudo mexicano”, señala Serralde
El director indica que hay ocasiones en que las instituciones comisionan una música al Ensamble para su posterior grabación, pero también puede ocurrir que una filmoteca exhiba por primera vez la historia de una película y tanto el público como el músico, sean espectadores por primera vez, lo que los obliga a estar siempre preparados.
“El Ensamble Cine Mudo tiene que desarrollar habilidades distintas, habilidades para leer, por ejemplo, una película de los años 20, que es distinta a la de los 10. Tenemos que saber que era diferente el cómo se hacía el cine mudo en la Inglaterra de 1900, a cómo se hacía en 1928 en el mismo país. Mi responsabilidad como director es adentrarme brutalmente en la estilística, en los estilos, y después lo que hacemos, en particular en este ensamble, es recopilar información para luego proponer a través de la improvisación, de la composición instantánea como le llamamos, un conjunto de ideas musicales que terminan incorporándose a una partitura final que se toca en vivo”, argumenta el fundador del ensamble.
También son historiadores
Musicalizar una cinta no es tarea fácil, además de tener conocimientos musicales, se debe ser un poco historiador, ya que el trabajo así lo exige. Para la toma de decisiones sobre qué música elegir, debe haber una directriz estética para que las ideas no se interpongan entre la lectura del público y la película.
“El primer paso es entender el contexto en que fue realizada, también el contexto de la música de la época. Por ejemplo, saber qué clase de músicos trabajaban en el cine de México de 1917, que no eran iguales a los del país del norte. En Estados Unidos la realidad de los músicos era completamente otra, eran otros sonidos, otro repertorio, otros músicos, y por lo tanto el cine era diferente”, enfatiza Serralde.
Por ello, es necesario que los músicos de cine mudo realicen un trabajo de investigación, no pueden ser eventuales, es decir, sólo llegar, sentarse y sin ningún contexto empezar a seguir una película. Desgraciadamente en México, no hay espacios para la formación de estos especialistas.
“Por eso tuvimos que convertirnos en una suerte de compañía artística en la que podemos tener la capacidad de producir, proyectar y gestionar copias de restauraciones extranjeras, es decir, no está padre que sigamos viendo la misma copia no restaurada de Nosferatu en México, cuando hay filmotecas que han invertido millones en poder recuperar la copia, primero en película y después digitalizarla para su exhibición”, sentencia el director del Ensamble Cine Mudo.
Una pieza para celebrar
El Ensamble Cine Mudo ejecutará uno de sus cine-conciertos más aclamados en festivales internacionales, durante la proyección de ¡Qué viva México!, de Sergei Eisenstein, dentro del programa de actividades por los 100 años del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
La proyección representa un espectáculo singular ideado para la sensibilización de los acervos fílmicos y la música en vivo como un vehículo para su promoción y celebración.
El material jamás editado por el soviético, fue posteriormente retrabajado conforme los textos que dejó por su asistente y discípulo Grigori Alexandrov. La proyección de estos tres episodios, los únicos integralmente filmados del proyecto original, se ha convertido en uno de los cine-conciertos emblemáticos en la trayectoria del ensamble.
Cine-concierto: ¡Que viva México! Ensamble Mudo se presentará el sábado 28 de julio, a las 19:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, colonia Centro Histórico, cerca del Metro Allende).