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De sus manos nacen flores. Mezclan colores y convierten un pasillo vacío en un espacio muy especial. Lourdes Villagomez, Georgina Gutiérrez González y Verónica Villarreal intervienen un tapial dentro del Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
El objetivo es que a través de su creatividad y sensibilidad transformen sentimientos como estrés, tristeza, ansiedad, miedo e ira, en tranquilidad, calma, valentía y paciencia. Y es que estudios internacionales han demostrado la importancia del entorno físico en los estados de ánimo de los seres humanos.
Este trabajo forma parte de TRANSFORSMART, un proyecto que tiene como objetivo generar espacios que no sólo se vean bien, sino que se sientan bien.
“El arte puede hacer que te olvides por algunos momentos de lo que estás pasando, de las noticias que acabas de recibir, pero también te puede ayudar a sentirte conectado con alguien más que sintió eso”, asegura Gutiérrez, mientras trabaja un muro de 2.50 metros de alto por 6.45 metros de ancho.
La artista plástica quiere que todos los médicos, pacientes, familiares y trabajadores del Instituto de Ciencias Médicas se conecten con su mural y así, aunque sea por un segundo, cambien sus emociones y echen a volar su imaginación.
Cuando le ofrecieron a Gutiérrez González formar parte de este proyecto, confiesa que le encantó la idea de darle vida a espacios grises, a través del color, del arte, de la pintura, y llenarlos de emociones buenas, de bienestar.
A pesar de que cada una de las creadoras tiene un estilo distinto, decidieron pintar flores en los muros, porque para ellas la naturaleza es el elemento más inteligente de este mundo y les remonta a la paz, a estar serenas. Escogieron también tonos tranquilos, una gama sutil que generara armonía
“Estaría totalmente feliz con que por algún momento, por algún segundo, las personas que se pudieran detener les cambiara algo, que pudieran estar agradecidos, más felices, que pensaran en otra cosa y se conectaran con la naturaleza”, dice Gutiérrez González, quien estudió la Licenciatura en Diseño Industrial en la en la Universidad Anáhuac México Norte y posteriormente Arte Experimental en el Art Institute of Chicago.
Más que ser un tapial con flores, la intención es que cuente una historia, que sea como un camino que la gente recorra a través de palabras, por lo que cada muro contará con una: equilibrio, armonía y plenitud, todas ellas sinónimos de bienestar.
“A mí me tocó plenitud y me encanta, porque siento que muchas veces dices ‘yo quiero ser feliz’, pero creo que a mí me gustaría ser plena, más que feliz, porque siento que la felicidad va y viene y no depende tanto de ti, pero ser pleno es justo estar bien en todas las áreas”, comenta la artista plástica.
Georgina explica que su técnica va cambiando dependiendo del proyecto, pero siempre se enfoca en los colores, porque son su cosa favorita. “Mezclarlos, hacer que armonicen, empecé con flores y luego le comencé a poner los puntitos, va cambiando dependiendo del espacio”, indica.
Verónica tiene un estilo mucho más suelto, con brochazos y splash. Las flores que pintó son más abstractas, libres y con colores más fuertes, como negro, azul encendido y aquas. Mientras que el de Lourdes es muy definido, perfecto, nunca se sale de las lineas. Además, es una artista que está totalmente enamorada de lo mexicano y de su cultura, por lo que siempre trata de resaltarla, en este caso, pintó flores oaxaqueñas, para crear un sentido de pertenencia y de orgullo.
En las redes
Si quieres conocer más del proyecto, puedes seguir el hashtag #TransforSMART o seguirlas en sus redes sociales:
*Vero Villarreal: www.vvsart.com/
*Lourdes V: www.lourdesvillagomez.net/
*Geo G: www.instagram.com/pintandoporahi/?hl=es-la
Entre ciencias y artes
El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán brinda atención médica de tercer nivel a adultos. Fue concebido como una instancia de respuesta especializada a las necesidades de la población en materia de nutrición y medicina interna. También está orientado a promover asistencia de calidad, tanto en su dimensión científico-técnica como en la interpersonal.
Además, es un lugar en donde se desarrolla conocimiento de alta especialidad a través de la investigación, la cual, a su vez, se traduce en la formación de recursos humanos en salud y se aplica en la asistencia médica.
“La verdad me encanta que este Instituto está lleno de arte. Si pasas por los pasillos en los que están los pacientes, hay obras de arte que fueron donadas, porque tienen ellos el objetivo de hacer siempre sentirse plenos, más tranquilos, de que pueden ver algo más que sólo paredes grises. Siento que hicimos un buen clic con el proyecto y con el Instituto”, platica Gutiérrez González.
Para poder trabajar en este lugar, las artistas plásticas realizaron un estudio previo para saber qué colores usar, porque saben que tienen una influencia directa sobre las personas, entonces, su combinación genera ciertas emociones, por lo que la paleta está pensada en generar bienestar, paz y equilibrio.
“Creo que mi parte favorita es trabajar en un lugar donde está pasando la gente, porque están quienes no se acercan, pero sí comentan entre ellos ‘¡ay, que bonito está quedando!’ También hay gente que se toma el tiempo de agradecerte y decirte lo increíble que se ve. Eso es lo más satisfactorio, que desde que lo estás haciendo, ya se siente un cambio”, comparte la artista.
Georgina Gutiérrez González recomienda dedicarle tiempo al arte, ya sea a la pintura, a la danza o a la música, porque ayuda a sacar muchos sentimientos y siempre es un potencializador en el país.
“Queremos que este proyecto se haga en grande, queremos transformar espacios que cambien entornos e impacten en la vida de las personas. Es un granito de arena, pero sí va haciendo un cambio muy grande”, finaliza la artista plástica
