La esencia de los teatros, cabarets, centros nocturnos y salones de baile de la Ciudad de México de mediados del siglo pasado, le da vida al exposición Lentejuelas en la noche. Bataclanas, rumberas y exóticas, 1920-1960.
De acuerdo con Gloria Artís, titular del Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM), la exposición se enmarca dentro de los festejos por los 53 años del recinto a su cargo. Una parte importante de la exhibición corresponde a fotografías, mismas que sirven como testimonios de época, para identificar la estética en los usos del cuerpo, los paradigmas morales y la transformación de los espacios de ocio.
Bajo la curaduría de la doctora Gabriela Pulido Llano, Luis Arturo Salmerón y Angie Santa María Daffunchio, la exposición se conforma de 150 objetos entre fotografías, vestuario, baúles, partituras, micrófonos y radios. Así como tres escenografías: una que representa un salón de baile con mesas y escenario, otra que asemeja a camerinos y un área lúdica de proyección de cine.
“El guión museográfico se preparó desde hace tres años y es una exposición en la que pesa mucho lo escenográfico, para ello, fuimos apoyados por el equipo museográfico del recinto, coordinado por Carla Peniche y el artista plástico Alejandro Aryuna, por tanto, es una propuesta que equilibra la investigación académica con la escenografía, dicha combinación da el margen completo para entender la vida nocturna en la capital del país de mediados del siglo XX”, expuso Gabriela Pulido.
Entre las figuras destacadas de la exposición está Esperanza Iris, actriz mexicana, cantante y creadora de teatro en la Ciudad de México; originaria de Villahermosa, Tabasco, y nacida en 1888, fue conocida en el medio como “La reina de la opereta”
Su trabajo y contacto con las grandes divas nacionales de las décadas de 1920 y 1930, aparece contenido en la exposición a través de baúles repletos de vestuarios de aquellos años. “Buscamos recrear la imagen de esta vedette que inauguró un tiempo de cambio en la escena teatral mexicana”, señaló la curadora.
En tanto, las rumberas llegaron a los escenarios mexicanos a partir de los años 40. Eran un tipo de bailarinas dedicadas a los sonidos afrocubanos, vestían olanes, faldas vaporosas y tocados de frutas. Algunas figuras del teatro y el cabaret migraron al cine nacional, donde sucedía la Época de Oro de la industria cinematográfica mexicana. Por último, la exótica, también bailarina de cabaret, pero de ritmos tahitianos y hawaianos, se identificaba por sus vestuarios estampados con pieles de animales, plumas y tocados orientales.
Lentejuelas en la noche. Bataclanas, rumberas y exóticas, 1920-1960 permanecerá en exhibición hasta marzo de 2019, en la Sala Internacional del MNCM.
