Bebés de ‘shopping’, bebés felices

Seguramente alguna vez has visto a un niño pequeño quejándose o llorando porque sus padres lo llevaron de compras, o probablemente has estado en el lugar de los padres.

Un reciente estudio de la Universidad de Oxford y la Universidad Abierta de Reino Unido, sugiere que el shopping de cualquier tipo es bueno para el desarrollo social de los bebés y que inclusive los hace más felices.

Ana Paulina Valencia Ana Paulina Valencia Publicado el
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Seguramente alguna vez has visto a un niño pequeño quejándose o llorando porque sus padres lo llevaron de compras, o probablemente has estado en el lugar de los padres.

Un reciente estudio de la Universidad de Oxford y la Universidad Abierta de Reino Unido, sugiere que el shopping de cualquier tipo es bueno para el desarrollo social de los bebés y que inclusive los hace más felices.

Y es que salir de compras es tan beneficioso para los pequeños como ciertas actividades artísticas, entre ellas pintar o dibujar. De hecho, es significativamente más productivo –en términos de relaciones sociales– que ver televisión o leer.

Los investigadores, que presentaron los resultados en la conferencia anual de la Sociedad Económica Real, llegaron a esta conclusión gracias a una encuesta realizada en Alemania, que analizó los hábitos de 800 familias con niños de entre dos y tres años.

Aquellos que realizaban con frecuencia actividades artísticas o que iban de compras de forma cotidiana, registraron un nivel mayor de felicidad y satisfacción.  Según los científicos Paul Anand y Laurence Roope, mientras más se expuso a los pequeños al shopping, más felices eran.

Esto podría deberse a los cambios de ambiente conforme sus padres cambian de tienda, ya que ayuda a mejorar las habilidades motrices y sociales de los pequeños, sobre todo al compararla con actividades sedentarias.

Por otro lado, la convivencia con sus padres contribuye al desarrollo social y la felicidad de los niños.

“Durante los viajes de compras, los niños reciben estimulación visual, porque salen de sus casas y están inmersos en un nuevo contexto. Se encuentran con otras familias y sus habilidades sociales deben revelarse, además de que tienen la oportunidad de hacer actividad física, como correr”, explica Anand.

Otras actividades que se relacionaron con altos niveles de felicidad y satisfacción en los bebés, son la lectura de historias en compañía de los padres o educadores, en la que uno de los presentes lee y el otro le ayuda o escucha las historias. En cambio, leer por sí solos o ver televisión tuvieron un efecto negativo en la satisfacción de los pequeños. 

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