Beber refrescos puede ser un factor que aumenta el riesgo de padecer diabetes y obesidad. El azúcar es como “veneno puro”, se suele decir. Pero lo cierto es que, si bien no son bebidas muy saludables, hay otro ingrediente que es aún más peligroso que los mencionados: 4-Mel.
El 4-Mel (cuyo nombre completo es 4-metilimidazol), es una sustancia que aporta el color marrón a los refrescos de cola, pero también está considerado un químico cancerígeno.
Según Consumer Reports, en las etiquetas de los refrescos solamente se le alude como “colorante caramelo”. Y el 4-Mel puede ser altamente dañino para la salud.
La Agencia Internacional de Investigación de Cáncer, que pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS), también considera al 4-Mel como un posible causante de cáncer. Y Urvashi Rangan, toxicólogo de Consumer Reports, dijo en un comunicado que la preocupación radica en que “los niveles de 4-Mel que encontramos en muchos de los refrescos analizados y por las variaciones (de niveles) observadas entre las marcas, especialmente debido al extenso consumo de este tipo de bebidas”.
Y es que “no hay una razón por la cual los consumidores necesiten estar expuestos a este riesgo evitable e innecesario que puede derivarse de colorear a los alimentos y bebidas de color café”, agregó Rangan.
Por su parte, PepsiCo Inc. dijo que los datos publicados por Consumer Reports indicaron que la persona promedio consume menos de la tercera parte de una lata de soda de dieta, a diario. Por lo que su producto cumple con los estándares como los que estipula el gobierno de California (los fabricantes deben limitarse a 29 microgramos diarios de exposición a dicho químico, para un consumidor promedio).
La Asociación Americana de Bebidas señaló que “las empresas que hacen colorante caramelo para los refrescos de nuestros miembros, ahora lo producen para que contenga menos 4-Mel, y el uso en todo el país de este nuevo colorante caramelo ya está en marcha”.
Además, después de que han pasado 45 minutos de que se consume el refresco de cola, el cuerpo aumenta la producción de dopamina, lo que estimula las áreas de placer en el cerebro. Tal como lo causan drogas como la heroína. Razón por la que es aún más difícil dejar la adicción a este tipo de bebidas.
