Las cintas mexicanas que muestran historias sin cortapisas y que reflejan realidades incómodas, con un énfasis en la crudeza –y muchas veces violencia– de las imágenes, han sido reconocidas en Cannes
"(‘Heli’) No es una película antiturística de México. Es un drama, una película ficción y no un análisis de una situación. México es un gran país, un hermoso país. Pero lo ha invadido un virus”
No es común que el Prix de la mise en scène, el galardón que reconoce al Mejor Director en el Festival de Cannes, sea otorgado de manera consecutiva a directores de la misma nacionalidad.
Pero con el reconocimiento que recibió este fin de semana Amat Escalante por la dirección de la controvertida película “Heli”, el ojo mexicano se consolida como uno de los favoritos en los años más recientes en Cannes.
La última vez que una nacionalidad dominó la categoría de manera consecutiva fue entre 2001 y 2003, cuando los estadounidenses Joel Coen (los hermanos Coen, aunque Ethan no aparece en los créditos), David Lynch, Paul Thomas Anderson y Gus Van Sant, fueron premiados por la dirección de películas como “The man who wasn’t there”, “Mulholland drive”, “Punch-drunk love” y “Elephant”, respectivamente.
Después de permanecer marginado del circuito de festivales internacionales durante décadas, el cine hecho por mexicanos está viviendo uno de sus mejores momentos.
El despertar se puede rastrear sobre todo a partir de “Amores perros” (2000), la ópera prima de Alejandro González Iñárritu que recibió el premio de la Semana de la Crítica en Cannes.
De ahí siguieron reconocimientos como el que obtuvo en 2006 Ángel Tavira (ya fallecido), quien recibió el premio a Mejor Actor de la sección Una cierta mirada por su interpretación de Don Plutarco en “El violín”, la película de Francisco Vargas que retrata la situación de un pueblo en medio de la guerrilla y la guerra sucia en México.
También en 2006, Cannes premió a Alejandro González Iñárritu como Mejor Director por la cinta “Babel”, una producción internacional (Francia, México y Estados Unidos) que incluyó las actuaciones de Brad Pitt, Cate Blanchett, Gael García Bernal, entre otros. El drama tiene el toque de crudeza que Iñárritu le imprime a sus producciones. A pesar de la división de opiniones, resultó todo un éxito en taquilla.
En 2010, un jurado independiente premió a la película “Año bisiesto” con el Caméra d’Or o Cámara de Oro. La cinta de Michael Rowe, director mexicano de origen australiano, fue descrita por un crítico en The Guardian como una “película extrema y explícita que desemboca en una pesadilla claustrofóbica”.
Y ante todo pronóstico, el año pasado Carlos Reygadas obtuvo el galardón a Mejor Director por “Post tenebras lux”. Reygadas es un director que ha remado a contracorriente, con filmes que representan un reto a veces incómodo, doloroso y difícil de ver.
Pero es este tono retador el que ha terminado por triunfar en el Festival de Cannes. Amat Escalante es resultado de lo que podríamos llamar como la “escuela de Reygadas”: “Sangre” (2004), su primera película, fue producida por Reygadas y, además, Escalante participó como asistente de producción en “Batallas en el cielo” (2005).
Pero “Heli” no fue la única reconocida este año en Cannes. El elenco de la película mexicana “La jaula de oro”, dirigida por el español Diego Quemada-Díez, se llevó el premio Un cierto talento dentro de la sección Una cierta mirada. La historia es sobre tres niños guatemaltecos que tratan de pasar ilegalmente a Estados Unidos por la frontera mexicana.
Un año antes, “Después de Lucía” de Michel Franco, película que muestra hasta dónde pueda llegar el bullying, se llevó el máximo reconocimiento de la sección Una cierta mirada.
¿Mexican new wave?
A partir de “Amores perros”, la crítica internacional ha reconocido al cine mexicano que reúne ciertas características: historias sin cortapisas que reflejan realidades incómodas, con un énfasis en la crudeza –y muchas veces violencia– de las imágenes.
No debe sorprender que las historias de “Heli” y “La jaula de oro”, las dos películas mexicanas que triunfaron este año en Cannes, giran en torno a los temas de la violencia generada por el narcotráfico y el fenómeno de la migración, respectivamente.
“Estas son imágenes que se están viendo todo el tiempo en México, en los puestos de periódicos y la portada de revistas”, dijo Escalante en Cannes, en una decidida defensa de las imágenes violentas que muestra su película.
“Quería que la película expresara ese otro mundo. Quería llevar al espectador en un viaje de montaña rusa por el agujero, la escena de la tortura (…) ¿Cuál es el punto de no mostrar la violencia? ¿Para que el espectador pueda ir por la historia sin sufrir? Si voy a lidiar con la violencia de manera moral, la responsabilidad es mostrar la violencia como debe ser: triste, sucia y de pesadilla”, dice el joven director mexicano de 34 años de edad, originario de Guanajuato (aunque nacido en Barcelona “por casualidad”).
“Heli” muestra de manera explícita la espiral de violencia en la que se sumergen sus jóvenes protagonistas. Es una historia de drogas, violencia y corrupción, un drama de ficción que retoma elementos de la cruda realidad mexicana.
Aún no se ha anunciado cuándo se estrenará en las salas de cine en México, pero la película ya es motivo de controversia.
Después de que se anunció que Amat Escalante ganó en Cannes, decenas de usuarios de Twitter reprobaron la publicación de una columna del analista financiero Carlos Mota, quien sugirió que el director mexicano es un traidor a la patria.
Habrá que ver la película, pero por ahora el trabajo de Escalante confirma al cine hecho por mexicanos como uno de los favoritos en Cannes. Uno que por cierto se ha dedicado a proyectar las historias más incómodas que vive el país: migración, violencia y narcotráfico.
— Los directores mexicanos reconocidos en Cannes
2006 > Babel > Alejandro González Iñárritu
2012 > Post Tenebras Lux > Carlos Reygadas
2013 > Heli > Amat Escalante
