Fortaleciendo el celuloide
El asombro en el cine cada día es más difícil de lograr, sobre todo cuando se tienen macro producciones que inundan de efectos especiales la pantalla o tienen secuencias de acción caóticas que confunden al cinéfilo en la butaca.
Pero hay quienes apuestan por solo tomar la cámara y sacar provecho de la panorámica que ofrecen los encuadres creados con estética, además de que no abusan del recurso de computadoras para hacer paisajes inexistentes.
Hidalgo Neira
El asombro en el cine cada día es más difícil de lograr, sobre todo cuando se tienen macro producciones que inundan de efectos especiales la pantalla o tienen secuencias de acción caóticas que confunden al cinéfilo en la butaca.
Pero hay quienes apuestan por solo tomar la cámara y sacar provecho de la panorámica que ofrecen los encuadres creados con estética, además de que no abusan del recurso de computadoras para hacer paisajes inexistentes.
Es así como Christopher Nolan sigue utilizando cámaras de formato IMAX de 65mm, al cual recurre desde que realizó “El Caballero de la Noche”(2008), en donde grabó con ellas en seis secuencias de acción.
A casi una década de distancia, Nolan sigue revolucionando con este equipo fílmico.
“Es como la Realidad Virtual, pero sin los visores”, describe el cineasta británico de haber recurrido nuevamente al celuloide amplio y ahora combinarlo con película Super Panavision 65mm, para después distribuir y convertir toda su nueva producción en 70mm.
“Dunkerque” es su nuevo largometraje basado en la historia real de un suceso particular de la Segunda Guerra Mundial, en 1940, en el que más de 330 mil soldados Aliados se quedaron varados en la costa del mismo nombre que se encuentra en Francia, por lo que las naciones contra el Eje recurrieron a medidas desesperadas para salvar a los militares en peligro.
Con un presupuesto de 150 millones de dólares, Nolan pudo recrear el suceso bélico teniendo como locaciones la playa original de Dunkerque, además de los Países Bajos, Reino Unido y Los Ángeles.
Este filme se estrenó la semana pasada en Estados Unidos y el 27 de julio llegará a salas mexicanas no solo en formato IMAX, sino también en salas convencionales.
De lo mejor del año
>> “Dunkerque” está considerada de las mejores películas del 2017 y la mejor en la trayectoria de Christopher Nolan.
>> La cinta bélica llega este 27 de julio a México, en salas IMAX y convencionales.
>> La película lidera la taquilla de Estados Unidos y Canadá.
Experimentando el formato
Nolan estuvo convencido de que el uso de cámaras IMAX crearía una atmósfera de inmersión por completo al espectador sin necesidad de utilizar 3D, por lo que recurrió a ellas por primera vez en el 2007, cuando filmó “El Caballero de la Noche”.
La idea le había estado rondando la cabeza desde hacía 15 años atrás, pero una gran problemática de este equipo es su dimensión y peso, por lo que el desplazamiento no es tan fácil como utilizar una cámara de 35mm o digital.
Además el motor de una cámara IMAX genera más ruido, por lo que al momento de rodar el sonido ambiente y de diálogo entre los actores queda inservible, es por eso que apenas para las secuencias de acción, como la introducción de El Joker al inicio del filme, como sus secuencias al secuestrar a Harvey Dent son las que fueron elegidas para usar el formato.
Dejó descansar el celuloide para producir “El Origen” (2010) pero lo retomó para la parte final de la trilogía del hombre murciélago (que culminó con “El Caballero de la Noche Asciende”, en 2012), aunque el gran avance se dio con “Interestelar” (2014), ya que inclusive Nolan trabajó con prototipos experimentales de IMAX, teniendo que detener la producción en ocasiones para hacer ajustes de último momento.
Producción con garantía
En sus películas, Christopher Nolan suele trabajar con actores como Tom Hardy y Cillian Murphy y “Dunkerque” no es la excepción. El drama bélico basado en hechos reales cuenta con la participación de los intérpretes mencionados. A su vez, se repite la mancuerna entre el compositor Hans Zimmer y Nolan, como sucedió en diversos filmes anteriores de éste último, tales como la trilogía de “El Caballero de la Noche” (2005, 2008 y 2012), “El Gran Truco” (2006), “Inception” (2010), “Interestelar” (2014) y “Batman v Superman” (2015).
Evitando la muerte
Cuando se veía venir la caída del celuloide y su inminente muerte ante las tecnologías digitales, cineastas como Christopher Nolan, Quentin Tarantino, J.J. Abrams, Judd Apatow, Paul Thomas Anderson, entre otros abogaron porque Kodak no feneciera y siguiera produciendo el material con el que inició el séptimo arte.
En 2014 se logró un convenio entre la fabricante de película y los estudios hollywoodenses para seguir comprando el celuloide y éste fuera rentable, ya que en los últimos años su desuso se había convertido en una pérdida económica para Kodak de más del 90 por ciento en la década pasada.
Thomas Anderson filmó “The Master” en 2012 con película de 65mm, tuvieron que pasar más de 15 años para que esto sucediera, ya que la anterior producción en usar el formato fue “Hamlet” (1996), de Kenneth Branagh.
“Los 8 más odiados” (2015) de Tarantino explotó al máximo el uso de filme al rodar en 70mm y emplear cámaras Ultra Panavision 70. Y ahora “Dunkerque” se convierte en la tercera cinta comercial en una década en ocupar negativo de amplio espectro.
El gran reto audiovisual
Para “Dunkerque” los desafíos técnicos no cesaron tampoco, pues el cinefotógrafo Hoyte Van Hoytema tuvo que hacer labor de llevar la cámara al hombro –sin importar sus dimensiones y peso– utilizar grúas especiales, sumergirla bajo el agua y más.
“Empezamos a inventar cosas para hacer posible el meter la cámara dentro de aviones, en la cabina, ingeniar lentes especiales para que se pusieran en lugares donde la cámara necesitaba ir”, describe el fotógrafo suizo de cómo montaron los aparatos en aeronaves individuales de la Segunda Guerra Mundial.
Esta tarea de empotrar cámaras que llegan a pesar alrededor de 20 kilos (sin lentes) en las alas de los aviones o tenerlas cerca de la acción de batalla, no era solo un capricho de Nolan, fue también para evitar recrear en computadoras secuencias que podían ser hechas de manera real, aunque casi imposibles.
“Estas increíbles y enormes cámaras dan una experiencia visual, una real experiencia palpable de estar ahí en estos acontecimientos. La audiencia realmente tendrá el beneficio de estas grandes cámaras”, pronuncia Nolan.