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La noche de ayer en la Ciudad de México se otorgaron por cuarta ocasión los Premios Fénix, preseas que a través de Cinema 23 festejan lo mejor del cine iberoamericano y este año se añadió a la ceremonia el también darle cabida a las series producidas tanto para televisón como en streaming.
“La realidad es que estamos trabajando con grandes cineastas, como con Manolo Caro, Gaz Alazraki, Jose Padilla (…) la distinción entre una película o una serie de primera es algo que se emerge y creo que es grandioso para los talentos”, pronuncia al respecto Erik Barmack, vice presidente de contenidos originales en Netflix a Reporte Indigo de cómo los Premios Fénix están tomando esta oportunidad de también premiar el contenido televisivo.
La serie “Club de Cuervos” precisamente de Netflix se coronó como la mejor en el rubro cómico, mientras el premio a la Mejor Serie de Drama se lo llevó “Narcos” también producida por el servicio de streaming estadounidense.
El máximo galardón de la noche, el premio a Mejor largometraje de ficción se lo llevó “Una mujer fantástica” (2017) del argentino Sebastián Lelio, dejando atrás a películas como “La región salvaje” (2016) cinta mexicana de Amat Escalante, a la producción boliviana “Viejo calavera” (2016) entre otras.
Alzar el abuso
Ante la reciente polémica en Hollywood ocurrida en torno al acoso sexual que ejercía el productor Harvey Weinstein, distintas celebridades opinaron de cómo esto podría destapar problemáticas similares en latinoamérica y en México.
“Será importante que eso se ponga sobre la mesa finalmente además en un año en que el tema de violencia de género en este país ha sido verdaderamente atroz, creo que hablar de ello si empezamos con las mujeres será importante también por ello mismo”, aclara la actriz Cecilia Suárez.
La manera en como se utiliza este chantaje sexual por cuestiones de aprovechar la ventaja en la que se encuentra un director o ejecutivo, es el conflicto a atacar, según pronuncia el guionista Guillermo Arriaga.
“Ha habido siempre un acoso sexual de ambos lados, también hay que hacerlo notar y el problema es cuando usas el poder para para sexualizar, ese yo creo que es el problema fundamental”, indica el escritor de “Los tres entierros de Melquiades” (2005).
