La doctora Concepción María del Pilar Company Company se ha enfocado en el estudio y análisis de la lengua por más de 30 años, orientándose a la sintaxis histórica y a la filología. Y aunque ha sido premiada en múltiples ocasiones por el valor que sus investigaciones le han dado al campo lingüístico, la también académica sostiene que el honor que le da recibir un galardón la obliga al mismo tiempo a seguir rindiendo frutos como profesionista.
En entrevista con Reporte Índigo, la catedrática declara que el haber sido una de las investigadoras reconocidas con el Premio Nacional de Artes y Literatura 2019, en el campo de la Literatura y la Lingüística, la honra y la motiva a seguir haciendo investigación de punta, escogiendo aquellos resultados que pueden ayudar a que la sociedad en general entienda mejor la identidad de México y de América a través de la lengua.
“Por supuesto que este premio me crea orgullo, pero me genera gustosamente a continuar con una gran responsabilidad, que es la investigación. Y como se decía antiguamente: ‘el honor obliga’”, sentencia la doctora.
El primer reto, dice, lo vive todo profesionista, pues sólo con la disciplina absoluta es que se pueden crear trabajos que valgan la pena mostrar para el desarrollo de la sociedad y de su conocimiento. “Debemos enfocarnos en esto, porque la inspiración como tal no existe, esa llega cuando uno ya se vuelve hablante de la lengua o las lenguas que está analizando”.
El ser creativa es algo que la doctora se ha propuesto día a día desde que comenzó sus estudios en 1980; con esto busca demostrar que desde cualquier latitud se puede ser un investigador de punta, sin repetir modelos teóricos de otros autores.
“Para mí es muy claro que el investigador debe ser un creador que genere conocimiento y no simplemente que maquile y que reproduzca el conocimiento generado por otros. Ese es un gran reto que mantengo hasta la fecha, que he transmitido a los alumnos”, detalla Company Company
Por otra parte, comparte que uno de los retos más grandes que tienen los investigadores como ella es que carecen de buenas infraestructuras para poder realizar sus metodologías y teorías en la lengua que ayudan a renovar el panorama actual.
En ese sentido, de acuerdo con la también miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, si no se tiene buena infraestructura, difícilmente se va a poder seguir creando para el bienestar nacional.
Y aunque Company Company ha reconocido diferentes retos a lo largo de su carrera, últimamente se ha encontrado con uno que sigue desarrollando: difundir el conocimiento.
“Como miembro del Colegio Nacional, el reto ha sido convertirme en una mejor difusora, entender que la apropiación del conocimiento y la difusión son muy importantes, la gente debe saber que la gramática tiene la misma función que las matemáticas, permite tomar decisiones”, admite.
Temas pendientes para Company Company
La doctora María del Pilar tiene muy en claro que los investigadores deben crear y perseguir temas nuevos; sin embargo, confiesa que aún hay un asunto que debe seguir cosechándose en el campo de la lengua.
En el Cuarto Congreso Internacional de Sintaxis Histórica de la Lengua Española, por ejemplo, se está analizando si ha habido cambios en cómo se concibe el discurso y la relación entre lengua y cultura, así como si la manera de pensar el mundo sigue siendo la misma a pesar de los años.
También, buscan entender que aunque en América nació el 92 por ciento de los hispanohablantes, y que es un continente con trayectorias históricas muy diferenciadas, todavía no saben cuáles son para la lengua.
Por otra parte, la investigadora añade que el reto que tiene el país en el marco de los 500 años de la Conquista de los españoles a México es aceptar que la historia es como es, que nadie puede cambiarla, pues no es un mundo de víctimas y victimarios.
Para la académica, si el gobierno le mete PIB, como es el caso de Finlandia o Alemania, a la educación de las primarias, en seis o siete años habría un impulso único que, en 15 más convertiría al país en uno muy diferente. “No basta con decir ‘lo tenemos que hacer’, es no sirve para nada. No sirve reconocerlo ni lamentarse”.