¿Con clase y estilo?
Hay momentos en que el cine se fuerza por verse actual, fresco y a la vanguardia, usando clichés modernos.
Y va con lo que porta el mercado de masas o simplemente se adueña del recurso de moda, ya sea un objeto, un producto o una tendencia.
En el caso de “Pasante a la Moda”, película dirigida por Nancy Meyers, se abusa del 2015 como actualidad, tanto que cuando la cinta sea vista en 10 años, las audiencias empezarán a olvidar lo que era el furor de una startup, posiblemente lo que significa Facebook o el ver una película en Netflix.
Hidalgo NeiraHay momentos en que el cine se fuerza por verse actual, fresco y a la vanguardia, usando clichés modernos.
Y va con lo que porta el mercado de masas o simplemente se adueña del recurso de moda, ya sea un objeto, un producto o una tendencia.
En el caso de “Pasante a la Moda”, película dirigida por Nancy Meyers, se abusa del 2015 como actualidad, tanto que cuando la cinta sea vista en 10 años, las audiencias empezarán a olvidar lo que era el furor de una startup, posiblemente lo que significa Facebook o el ver una película en Netflix.
Tal vez las predicciones puedan errar, eso hasta dentro de una década lo sabremos, lo que queda claro en la obra de Meyers es que va dirigida a un segmento específico: los millennials (con dinero).
Y es que en la trama Jules Ostin (Anne Hathaway) es una mujer entrepreneur en la industria de la moda, específicamente en la venta de ropa por Internet, y en un esfuerzo porque su empresa se vea cool, contratan a pasantes mayores de 65 años que deseen emplear su tiempo en una actividad que les haga sentirse útiles en la sociedad.
Aquí es cuando entra Ben Whittaker (Robert De Niro) quien es un hombre jubilado, viudo, con tiempo de sobra, que se emplea para llenar el vacío de la soledad.
Así, Ben encuentra esta pasantía en la que tendrá que lidiar con la modernidad de esta startup, y la desordenada jefa del lugar.
El “clasismo” es evidente por el simple hecho de mostrar a una empresa que vende ropa a través de Internet y quienes sostienen el sitio son un montón de jóvenes que creen tener las riendas del planeta, solo porque tienen la mayoría de edad y la decisión de poder, esto le da un empujoncito a todos aquellos jóvenes de la generación Y a reafirmar que son el “futuro” de la sociedad.
Talento ¿a la moda?
Un acierto a cuadro es tener a un actor consagrado en Hollywood como Robert De Niro, quien deja atrás los papeles de matón y caradura para presentar a un hombre sensible y de buen corazón que está dispuesto a vivir lo mejor que pueda los últimos años de su vida.
Por otro lado, todo indica que Anne Hathaway está viciada con el papel de la chica que a todos les cae bien, un sobreesfuerzo por querer ser la Audrey Hepburn de su generación, aunque tal vez sea ese el propósito de la dirección: poner un rostro bonito que intente más que seducir, marcar porte.
El cine de Nancy Meyers
La cineasta tiene experiencia en el cine cómico y de empoderamiento femenil. Un ejemplo es “Lo que ellas quieren” (2000), con Helen Hunt y Mel Gibson.
La cinta marcó un antes y después al mostrar cómo es que un hombre después de un accidente podía escuchar los pensamientos de las mujeres y aprende de este ejercicio.
Por su parte, en “Alguien tiene que ceder”, la dupla de Jack Nicholson y Diane Keaton hace referencia a cómo una guionista exitosa se resiste ante los coqueteos de un mujeriego empedernido que seduce a señoritas menores de 30 años.
Sin duda los filmes de Nancy Meyers tienen una fórmula que conquista con éxito al público por sus enredos, situaciones de romance fuera de lo ordinario y tener un talento a cuadro siempre de renombre.