Con genes ‘editados’

Quizá en un futuro no muy lejano nuestra dieta principal esté compuesta de animales genéticamente modificados. 

Al día de hoy no han sido aprobados para consumo humano por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés), dado a sus posibles efectos negativos en el ecosistema y la salud de las personas. 

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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El proceso de manipulación genética aplicado a los cerdos no involucró el trasplante de un gen de otra especie en estos animales, sino la alteración de un gen de los propios cerdos a través de una técnica aludida como “edición genética”. 

Quizá en un futuro no muy lejano nuestra dieta principal esté compuesta de animales genéticamente modificados. 

Al día de hoy no han sido aprobados para consumo humano por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés), dado a sus posibles efectos negativos en el ecosistema y la salud de las personas. 

De hecho, la FDA regula a los animales genéticamente modificados conforme a las disposiciones sobre “nuevos medicamentos derivados de animales” de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (FFDCA, en inglés), y la agencia debe aprobarlos antes de que se autorice su comercialización, señala el sitio Web de la FDA. 

Dichos medicamentos se definen como “artículos (que no sean alimentos) cuyo propósito es afectar la estructura o cualquier función del cuerpo de una persona o de otros animales”. 

Pero todo podría cambiar a raíz de una investigación de científicos surcoreanos y chinos, quienes publicaron en junio un artículo en Nature en el que muestran imágenes de cerdos dos veces más grandes y musculosos que los criados en granjas.

El proceso de manipulación genética aplicado a los cerdos no involucró el trasplante de un gen de otra especie en estos animales, sino la alteración de un gen de los propios cerdos a través de una técnica aludida como “edición genética”. 

Es un procedimiento “mucho menos dramático que las realizadas en la modificación genética convencional”, escriben los científicos inspirados en el ganado Azul Belga, una raza cuyo aspecto de “doble musculatura” contribuye a proporcionar inusualmente grandes cantidades de cortes magros de carne de res, producto “de décadas de cría selectiva”. 

El método de edición genética también permite conseguir grandes cantidades de carne porcina en mucho menor tiempo, argumentan Xi-jun Yin, investigador de clonación animal de la Universidad de Yanbian, en Yanni, China, y Jin-Soo Kim, biólogo molecular de la Universidad Nacional de Seúl, en Corea. 

Pero “en lugar de tratar de crear carne de dichos cerdos”, los expertos “planean usarla para abastecer los espermatozoides que se venderían a los agricultores para la cría de los cerdos normales”. 

Sin embargo, aún quedan muchos problemas por resolver, como el hecho de que el enorme tamaño de los cerdos al momento de nacer dificulta el parto, además de que la tasa de mortalidad es muy alta.

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