Con herramientas para soñar

Hace 20 años los talleres de verano eran días enteros pegados a la plastilina, acuarelas, crayones, engrudo y todo terminaba en una obra de arte plástica de la cual las madres y padres se sentían orgullosos, aunque pareciera una abominación creada en una pesadilla de Picasso.

Atrás quedaron esas tardes en las que los niños repetían esas manualidades año tras año. Con el tiempo, nuevas disciplinas artísticas han llegado a nuestro país y poco a poco se han colocado entre el imaginario popular, una de ellas siendo el cine.

Aunque parezca remotamente lejano el hecho de aprenderlo –inclusive para las edades adultas– eso ya quedó en el pasado, hoy existen esfuerzos para acercar a las nuevas generaciones a las herramientas necesarias para generar su propia fábrica de sueños.

Y para aquellos que necesitan ayuda para disfrutar de la experiencia en cines, también hay una iniciativa que busca ser incluyente con quienes tienen capacidades diferentes.

Desde el 2007, Dora Guzmán imparte un curso de verano para pequeños creadores y tuvo la visión de hacer un libro que fuera didáctico y entretenido para los niños, enseñándoles los pasos básicos con los que pueden hacer una película.

Sylvia Perel lleva siete años formando a nuevos infantes cineastas en una escuela independiente, llevando a la par un festival en el que converge el talento de sus estudiantes con el mundo del cine en Todos Santos, La Paz, Baja California.

Claudia Fernández inició el ciclo de cine incluyente en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) en 2014, en el que se hacen funciones para personas con discapacidad sensorial y este año tienen una función para niños con autismo.

Estos esfuerzos son el ejemplo de que ahora más que nunca, los niños tienen la oportunidad de estar involucrados  en el cine en distintas latitudes mexicanas.

Aprendiendo con estilo

En el Festival Expresión en Corto 2007, realizado en el marco del Festival Internacional de Cine de Guanajuato, nació el proyecto de enseñarle a los niños el arte de hacer películas, a través de un taller en el que los pequeños se sensibilizaran con el lenguaje cinematográfico y sus elementos principales.

De esa experiencia forjada por Dora Guzmán se replicó el módulo de enseñanza en un curso de verano que ahora se lleva a cabo año con año en Querétaro.Desde su trinchera, la maestra audiovisual ha forjado a nuevos artistas que adquieren el gusto por la lente.

Entre sus inquietudes, surgió el crear un libro que fuera práctico y sencillo para que más pequeños y grandes se sensibilizaran ante el séptimo arte.

El resultado fue “Manual de cine para niños… y no tan niños”, de Editorial Planeta, el cual fue presentado en el marco del FICG.

“No todo es tener una buena cámara, o tener un buen iPhone para hacer una película, hay que conocer las reglas, para también poder disfrutar y para que haya calidad”, explicó en entrevista para Reporte Indigo.

Playa, cine, ¡acción!

Todos Santos ofrece algo más que arena, sol y el Hotel California. Entre sus olas con vista al Pacífico se envuelve un arte del que pocos se imaginan existe en la localidad.

Este 2016 el Festival de Cine de Todos Santos – La Paz llega a su décimo tercer aniversario el cual en palabras de su directora Sylvia Perel, es de la buena suerte.

“Esta próxima edición es un poco la culminación de todo un trabajo de 13 años de festival y de siete años de escuela, porque este año la escuela es quien abre el festival”, dijo la también fundadora del encuentro fílmico.

Y es que desde el 2006 la Escuela de Cine de Todos Santos “Leonardo Perel”, ha estado al pié del cañón para formar a nuevos talentos emergentes que deseen incursionar en el mundo de la filmación.

En la fiesta fílmica a celebrarse del 15 al 21 de marzo próximo, tendrá en el marco de su apertura una representación teatral de la historia de “El Principito” pero adaptada a la situación actual de la localidad de Baja California Sur, cambiando al Señor Zorro por un Coyote, la Rosa por la Pitaya, la Boa se vuelve una Víbora de Cascabel y así integrar los elementos del ecosistema mexicano.

Ayudando a las minorías

En la esquina de un inmenso cuarto yace un escritorio sepultado entre papeles y una computadora, el bullicio del lugar no le impide concentrarse a la mujer que responde y recibe correos electrónicos sin parar. En un breve respiro, voltea sonriente y amable para recibir a quien lo solicite, a pesar de su extenuante trabajo.

Aparte de ser la productora de programas de industria, Claudia Fernández tomó conciencia desde hace tres años de que el cine necesita un cambio, una reforma para hacer de este arte, un arte para todos, y que no fuera solo un medio que pueda ser funcional para personas sin discapacidades.

Por eso en esta edición del FICG logró que se hiciera la primer función pública de cine para niños autistas, lo que ella espera que a futuro “sea una sección más grande y que más adelante sea la normalidad, que ya no tengamos que hablar de cine accesible, sino simplemente de cine”.

Para esta exhibición especial se tiene pensado el bajar el volumen del sonido, dejar las luces de trabajo encendidas y tener pausas a intervalos para monitorear a los infantes.

Incentivando la imaginación

Tanto Sylvia Perel como Dora Guzmán convergen en que el mayor propósito de involucrar a las nuevas generaciones en el arte fílmico es porque estimula su imaginación.

“Algunos de estos alumnos jóvenes que empezaron cuando tenían 11 años, que ahora son adolescentes y ya son estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, han comenzado su propia productora (…) no hay nada más importante que poder decir, lo que expresa un joven, sus ideas, sus expectativas, su visión del mundo, creo que eso es lo más importante que puede hacer un festival de cine”, acuñó Perel.

Guzmán cree que en efecto los festivales son una fuente audiovisual para los pequeños y ella les dice a los infantes “ustedes tienen la obligación de tomar la estafeta, de seguir las nuevas generaciones, de seguir haciendo buen cine y todavía mejor”.

Cine sin limitaciones

Al buscar la cinta que encajara con el público autista, Claudia Fernández encontró “Las aventuras de Itzel y Sonia”, de la cineasta Fernanda Rivero Gutiérrez, que en sí es una producción incluyente, porque involucró a etnias indígenas.

“La directora viajó y estuvo en contacto con ellos, entonces integra comunidades indígenas, tiene un tema social de sustentabilidad ambiental y aparte la hicimos accesible para autistas, entonces fue como ¡vamos a apachurrar todos los botones!”, comentó entre risas la programadora.

Para Fernández es importante que toda la industria cinematográfica se involucre en los temas de inclusión, “si los directores productores, distribuidores se empiezan a enterar del tema y se acercan a una experiencia como esta, se dan cuenta de que no es complicado y que sumas mucho, porque además te aseguro que son funciones inolvidables”. 

Con padrino incluido

El Festival de Cine de Todos Santos – La Paz tendrá la presencia de los talentos nacionales como Tenoch Huerta, Rocío Verdejo, Luis Alberti, entre otros. Además, en esta edición, Diego Luna asistirá como padrino de la Escuela de Cine de Todos Santos “Leonardo Perel”.

Los 9 ingredientes indispensables

Dentro del “Manual de cine para niños… y no tan niños” los dibujos de pollos realizados por La Remolacha –el pseudónimo de Julián Guzmán– ayudan a entender los nueve pasos que todo pequeño debe seguir para hacer su propia película.

¡Corre a la función!

Hoy en el Museo Interactivo Trompo Mágico será la función especial para niños autistas a las 11 de la mañana, en la cual estarán presente su directora Fernanda Rivero y las actrices Cassandra Ciangherotti y Arcelia Ramírez. El costo de entrada es de 40 pesos.