Cronista del espacio

Después de una estancia de 340 días a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), Scott Kelly y su equipo compuesto por los cosmonautas Mikhail Kornienko y Sergei Volkov regresó este martes al planeta Tierra, a abordo de la cápsula Soyuz.

Kelly permaneció durante casi un año a bordo de la EEI como parte de un experimento de la NASA, con el que se analizan los cambios y efectos a nivel físico, psicológico, mental y hasta molecular que presentó Scott, los cuales serán comparados con los de Mark Kelly, su hermano gemelo que se quedó en la Tierra.

Durante dicho periodo de tiempo, Kelly bebió 730 litros de su propia orina y sudor reciclados para su supervivencia, e inclusive cultivó sus alimentos, tal como aparece en las películas. Así comenzó el proyecto denominado “The Veggie Experiment”, el cual culminó en agosto, cuando los astronautas en la EEI pudieron comer la primera lechuga cultivada en el espacio.

Scott no solo es el factor clave en el experimento de la NASA con el que se pretenden mejorar los trajes y las naves de los astronautas para lograr viajes tripulados a planetas como Marte, con menores riesgos ante la exposición a la radiación. 

También fue un testigo y observador de la Tierra como ningún otro, ya que a través de las fotografías que tomó durante su estancia en el espacio –y que compartió en redes sociales–, mostró la realidad de nuestro planeta desde el cosmos.

 De hecho, fue el primero en publicar una foto en la que se percibía la dimensión del huracán “Patricia”, el cual azotó México en octubre de 2015. La imagen tomada desde la EEI se volvió viral e inclusive fue utilizada por medios de comunicación a nivel internacional.

Testigo del mundo

Las fotografías de Scott Kelly no solamente mostraron la belleza y el esplendor de la Tierra y el espacio. También captaron el Super Bowl desde el exterior, huracanes y tormentas, así como la fragilidad y vulnerabilidad en las que se encuentra nuestro planeta.

“Este verano que pasó se podía ver claramente la sequía en California y los incendios”, comentó Kelly en entrevista con CNN, cuando se habló sobre los niveles de agua de la Tierra. “Hicimos un tránsito increíble sobre los Himalaya y vimos que toda esa contaminación está acumulándose contra esas montañas procedente del sur, es un poco doloroso verlo”.

Sus fotografías se hicieron virales y conforme capturaba países, montañas, glaciares, desiertos, océanos y cordilleras, los usuarios armaban conversaciones en redes sociales, compartiendo las magníficas imágenes –y experiencias– de Scott.

Y es que pareciera que lo primero que hizo el astronauta al llegar a la EEI fue seguir el consejo de Barack Obama, presidente de Estados Unidos, quien le dijo: “No te olvides de documentar el viaje en Instagram”.

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Un experimento sin igual

En esta misión se estudia la salud del comportamiento, la microbiología y la fisiología, inclusive se hicieron análisis moleculares. Así se podrán comparar las consecuencias físicas y mentales tras estar a gravedad cero, respecto a su hermano gemelo que se quedó en la Tierra, Mark.

Sobre todo si se toma en cuenta que este experimento servirá para mejorar los trajes y las naves para realizar viajes tripulados a planetas como Marte. 

Además, hay factores que se tienen que modificar para lograr misiones tripuladas, por lo que este proyecto es clave para solucionarlos.

La gravedad cero afecta directamente el envejecimiento celular, junto con el cambio en la dieta y la radiación cósmica, pues altera los telómeros (terminaciones de los cromosomas), los cuales son esenciales para la reproducción celular. Los telómeros también están involucrados en el riesgo de padecer cáncer.

Julie Robinson, jefa de científicos de la NASA para la EEI, dijo a CNN que la recopilación de datos de este estudio que abarca tres años también incluye exámenes médicos para medir el efecto de la falta de gravedad en la densidad ósea, en el microbioma, la vista, la sangre, el corazón y las células.

Y se analiza el impacto psicológico de los astronautas en cuanto a su estado de ánimo, el estrés y algunas funciones cognitivas.

“Por ejemplo: tus huesos tardan un buen rato en recuperar su densidad. No sabemos si Scott habrá perdido hueso o no”, puntualizó Julie.

Parte de las muestras de Kelly se quedarán en la EEI hasta abril, cuando las regresen en un vuelo de la nave Space X. Al llegar a la Tierra, serán analizadas en el laboratorio a lo largo de un año.

Y todo se comparará con las muestras y análisis practicados a su hermano Mark. Al ser genéticamente idénticos, los Kelly son una oportunidad de oro para la agencia espacial estadounidense y el mundo de la exploración del cosmos. Al tratarse de gemelos, poseen menos variables genéticas y biológicas que si se hubiera comparado a dos seres humanos distintos (inclusive si se hubiera tratado de hermanos no gemelos).

De vuelta a casa

“(…) He volado en el espacio cuatro veces, así que va a ser difícil en ese sentido; pero ciertamente ansío regresar a la Tierra. He estado acá arriba por mucho tiempo y a veces, cuando lo pienso, siento que he vivido aquí arriba toda mi vida”, señaló Scott en entrevista para CNN, días antes de pisar la Tierra.

Kelly también comentó que regresaron la basura en la nave Space X, “de alguna forma nos deshacemos de las cosas en la estación espacial, así que tenemos una capacidad realmente considerable de devolver cosas que tal vez no imaginan en la Space X”.

Tras la revisión médica correspondiente, Kelly será sometido a una serie de pruebas de campo para emular el aterrizaje en Marte. Y tendrá que volverse a adaptar a la gravedad de la Tierra.

La mayor parte de los astronautas experimenta problemas en capacidades sensoriales y motoras cuando se encuentra en proceso de adaptación a la gravedad del planeta. Esto les puede causar desorientación y otros efectos secundarios.

A su vez, Scott será sometido a pruebas adicionales –algunas biomédicas– aproximadamente 30 días después de haber aterrizado.

Por tiempo récord

Aunque Scott Kelly estuvo tiempo récord en el exterior, la persona que más tiempo ha permanecido en el espacio es el médico ruso Valeri Polyakov, cuya estancia fue de casi 15 meses en la estación espacial Mir, en los 90.  

Kelly fue testigo de 16 amaneceres y puestas de sol por día, durante el proyecto “A year in Space”.