Nadie quiere de cerca a una cucaracha, excepto los científicos. Al menos a los que les interesa implantar chips en estos insectos, para convertirlos en cyborgs que se puedan emplear en tareas de rescate en zonas de desastres.
A estos cyborgs se les conoce como “biobots”, que utilizan tecnología desarrollada por Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (NCSU, en inglés) para captar sonidos a través de pequeños micrófonos. Sonidos que den pista a personal de emergencia sobre la ubicación de personas que hayan sobrevivido a una catástrofe y así proceder con su rescate.
“En un edificio colapsado, el sonido es la mejor manera de encontrar sobrevivientes”, dijo en un comunicado el doctor Alper Bozkurt, profesor asistente de ingeniería eléctrica e informática de la universidad estadounidense mencionada.
Son dos versiones de biobots con las que trabaja el equipo de investigación liderado por Bozkurt: el primero cuenta con un micrófono que puede capturar sonido en alta resolución desde cualquier dirección, mismo que posteriormente se transmite de forma inalámbrica a los primeros en responder.
El segundo tipo de biobot está equipado con tres micrófonos direccionales para detectar la dirección del sonido.
El sistema funcionó en pruebas de laboratorio.
“El objetivo es utilizar los biobots con micrófonos de alta resolución para diferenciar entre los sonidos que son importantes –como personas pidiendo ayuda– de sonidos que no tienen importancia, tal como una gotera de tubería”, explicó Bozkurt.
“Una vez que hayamos identificado los sonidos que importan, podemos utilizar los biobots equipados con micrófonos para enfocarnos en el lugar de donde estén viniendo esos sonidos”, dijo.
El equipo de Bozkurt también desarrolló recientemente tecnología que se puede utilizar como una barrera invisible para mantener a los biobots en un área definida, como en un sitio de desastre, y dentro del alcance del otro de tal forma que se puedan utilizar como una red inalámbrica móvil confiable, reportó la NCSU.