“Está mejor el libro” o “Me gustó más la película”, son algunos de los comentarios que a veces se escuchan de una adaptación cinematográfica o televisiva basada en un libro.
Cuando se trata de franquicias o sagas es muy común que el público aficionado prefiera la novela, siendo ésta el origen de esa historia, relegando a la película tan solo como una de las tantas maneras en las que se puede contar. Sin embargo, también es casi un patrón que quien no ha leído la obra literaria, tienda a preferir la adaptación cinematográfica.
El secreto de adaptar no es muy complejo, aunque en la práctica, trasladar una historia de una obra literaria a un guión cinematográfico es un arte puro. La clave radica en la diferencia que hay entre el lenguaje en la narrativa, en comparación con el del cine.
Recientemente se anunciaron dos adaptaciones literarias al audiovisual, la primera es “The Casual Vacancy” (2012), la primera novela para adultos de J.K. Rowling, que será trasladada a una serie de televisión a cargo de la BBC y que verá la luz en 2014.
A su vez, el estreno de la película basada en la novela homónima de J. R. R. Tolkien, “The Hobbit” (2012) de Peter Jackson, ha dado de qué hablar con las declaraciones del director, quien afirma que los cambios que hizo en la adaptación “mejoran la historia” y que está “fascinado por las reacciones”.
Y es que en el caso de “The Hobbit”, se trabajó con 3D y 48 fotogramas por segundo y estos “te hacen sentir que estás dentro de la película”, añadió Jackson.
Philippa Boyens, coguionista de esta película y quien obtuvo el Óscar a Mejor Guión Adaptado por “El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey” en el 2003, dijo que de apegarse al orden de publicación de la saga literaria, hubieran “hecho una historia muy diferente (al hacerlo al revés), decidimos contar esa parte de la historia que no aparece en ‘The Hobbit’, pero sí queda explicada después en “‘El Señor de los Anillos'”.
Además, Jackson aseguró que, a diferencia del libro original, en el cine el público puede tener una mejor percepción de los detalles en los vestuarios, en el maquillaje o en la decoración.