Después de 30 años, vuelven a México dos piezas de la cultura Olmeca…

Tras un proceso legal de casi 10 años en los tribunales en Múnich, capital del estado alemán de Baviera, se presentaron ante medios de comunicación y público especializado dos bustos de madera olmecas de más de 3 mil años de antigüedad, procedentes del sitio arqueológico de El Manatí, ubicado en el estado de Veracruz
Azaneth Cruz Azaneth Cruz Publicado el
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Dos piezas prehispánicas mexicanas que se encuentran en Munich, y que datan de alrededor de hace tres mil 500 años, regresarán mañana a México en la persona de la coordinadora de Asuntos Jurídicos del INAH, María Villarreal, durante un acto de entrega en esa ciudad alemana.

El retorno de las piezas se llevará a cabo en Munich, donde se encuentran. Se trata de una de las más antiguas piezas precolombinas hechas de materia orgánica que existen. El valor histórico y cultural para México es muy grande. En el mercado internacional costarían cada una 100 mil euros (unos 147 mil dólares).

Las piezas se encuentran todavía en la Archäologische Staatssammlung München (Colección Estatal Arqueológica).

El historial de la recuperación de las piezas por parte de México es digna de una novela policíaca: quedó demostrado que Patterson en persona trajo las piezas a Europa y las dejó para su estudio y restauración en una institución británica.

Después aparecieron de nuevo en España y finalmente fueron decomisadas por Alemania, donde la justicia mexicana inició las gestiones para hacer valer los derechos del país sobre esas piezas, lo cual finalmente se logró.

Las autoridades mexicanas llevaron a cabo ese procedimiento a través de un despacho de abogados alemanes especializado en la restitución de bienes culturales a Latinoamérica.

Las piezas proceden de la región olmeca del Manatí, a 50 kilómetros de Coatzacoalcos, una zona pantanosa, razón por la que los objetos de alrededor de 50 centímetros fueron sacadas del país en bolsas con agua en 1988.

Fueron en esas condiciones en las que Patterson las llevó a un laboratorio en Londres.

Con el veredicto dictado por la ley alemana, Patterson no solo perdió las piezas durante el largo proceso judicial, sino que además corre el riesgo de ser encarcelado por el tráfico de bienes arqueológicos a nivel internacional, tanto falsos como auténticos.

Patterson está considerado en algunos sectores como un traficante de la herencia precolombina, debido a que es perseguido y acusado por varios paises de robo y exportación ilegal de bienes culturales.

Guatemala le persigue desde 2008 por la exportación ilegal y robo de 269 piezas arqueológicas mayas, Costa Rica le reclama 495 piezas de lo que llegó a conocerse como la colección Patterson, en la que se incluyen mil 800 objetos de la cultura precolombina continental, valorada en más de 53 millones de euros (unos 65 millones de dólares).

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