Maniobrar con tumores cerebrales difíciles de tratar ya no será la única alternativa para quienes lo padecen. Un equipo de científicos del Instituto de Tecnología de Georgia desarrolló una técnica que permite “desviar” el tránsito de las células cancerígenas hacia otras partes del cuerpo donde se les pueda operar con mayor facilidad.
Se trata de una tecnología de nanofibras, con un grosor más delgado que el del cabello humano, cuyo mecanismo se asemeja al de un “monorriel” a través del cual las células del cáncer migran a los destinos que los expertos elijan, al menos así lo revela un experimento realizado con ratas de laboratorio y cuyos resultados fueron publicados en la revista Nature Materials.
Y no solo eso. De acuerdo a los investigadores, las nanofibras se mimetizan con los medios de transporte de las células cancerígenas para propagarse dentro del cerebro, por lo que, al “burlar” y, por ende, liberar las mismas de este órgano, se puede reducir el tamaño de los tumores y/o controlar su crecimiento.
Por ejemplo, en los ratones que fueron sometidos a esta técnica, se observó que el tamaño del tumor fue 93 por ciento más pequeño que los animales que no gozaron de este beneficio.
El profesor Ravi Bellamkonda, uno de los investigadores que participó en el estudio, explicó a la BBC que al controlar el crecimiento del tumor –si el mismo no puede curarse–, se puede hacer que el cáncer sea una enfermedad con la que las personas puedan vivir, como la diabetes.
“Es una forma de llevar el tumor al fármaco, y no el fármaco al tumor”, dijo Bellamkonda. “Tú puedes mover el tumor por el camino que quieras y matarlo. No estás creando otros (tumores) y el original se reduce”.
Esta técnica de “sistema de ferrocarril” también podría hacer posible que las cirugías para extirpar tumores cerebrales sean más sencillas de realizar.
A decir de la doctora Emma Smith, de la Fundación Cancer Research UK, este sistema “podría llevar a desarrollar nuevas formas para detener el crecimiento de los tumores sin dañar tejido sano, algo que es particularmente importante para las personas con tumores en el cerebro”.
Sin embargo, enfatizó que aún hace falta llevar a cabo mayor investigación “antes de poder saber si será un tratamiento de cáncer seguro y efectivo”.