¿Se siente responsable por las formas en las que fue usado el libro?
William Powell eleva la mirada, se queda pensativo. Toma aire y se prepara para responder pero de nuevo no encuentra las palabras para contestar la pregunta que le hace Charlie Siskel, director y escritor del documental “American Anarchist”.
Los segundos transcurren y por fin contesta el autor de “El libro de cocina del Anarquista”, una publicación que incluía guías y recetas para fabricar bombas caseras y tácticas de guerrilla urbana.
“Sí”, contesta Powell asintiendo con la cabeza. “Me siento responsable por las formas en que se usó el libro”.
Hay una pausa. Powell mira a su entrevistado.
¿Siempre se sintió así?, inquiere Siskel.
“Cuando ‘El libro de cocina del Anarquista’ fue asociado con Columbine y la Masacre de Karl Pierson, sí me sentí responsable. Pero yo no fui”, dice.
En una plática de más de 120 minutos, el director de cine Charlie Siskel logró que el creador de “El libro de cocina del Anarquista” se expusiera ante las cámaras para hablar de su libro y sobre las implicaciones que éste había tenido en los atentados de Estados Unidos, llevados a cabo de 1971 a la fecha.
Siskel esperaba que Powell renegara de su responsabilidad moral, sin embargo, notó que la soberbia y la indiferencia no estaban en él, pues a lo largo de los años había luchado por que ese libro no existiera más.
Considerada como una de las obras más malditas y polémicas de todos los tiempos, “El libro de cocina del Anarquista” representó para su escritor una responsabilidad de la cual nunca logró desligarse, incluso mucho tiempo después cuando se dedicó a la enseñanza en escuelas especiales para niños con lento aprendizaje en el tercer mundo.
Powell comentó al documentalista Siskel que las recetas halladas en el interior de “El libro de cocina del Anarquista” habían sido copiadas –principalmente de libros de tácticas militares– y que ninguna la había utilizado o probado.
Por el libro, William Powell habría obtenido de 40 a 50 mil dólares, pero decidió vender los derechos en 10 mil dólares debido a la culpa que sintió por la forma en que fue utilizado.
“Me siento responsable de las formas en las que se ha usado el libro. Me llena de remordimiento”, comentó Powell a Siskel en la entrevista para el documental.
La mejor explicación sobre qué empujó a Powell a publicar este libro, que luego se convirtió en el libro de cabecera de jóvenes terroristas para realizar ataques y atentados, la expone Ochan Kusuma, la esposa de William Powell.
“Todos hacemos tonterías en nuestra juventud”, dice Ochan en el documental. “No todos las publicamos”.
El libro “El libro de cocina del Anarquista”, del que se vendieron más de 2 millones de ejemplares, ha sido relacionado con hechos violentos y atentados terroristas.
La lista es infinita, desde la Masacre en Columbine y el atentado terrorista en Oklahoma, el intento de asesinato de un reportero que seguía a la mafia, con una bomba, llevado a cabo por John Adamson en 1973, la detonación de una bomba en Grand Central en 1976, hasta el suceso de 1981, en que tres personas del Black Liberation Army fueron condenadas por homicidio al robar un banco y el caso de Thomas Spiks, quien colocó bombas en 10 clínicas de aborto y tenía un ejemplar del libro escrito por Willian Powell cuando tenía tan solo 19 años de edad.
“El libro de cocina del Anarquista” es un libro inspirado en la indignación del mandato de Richard Nixon y la Guerra de Vietnam que vio la luz en los años 70.
El libro incluía las recetas para la fabricación de nitroglicerina, dinamita, algodón, pólvora, mercurio fulminante, bombas, mechas, venenos, entre otros elementos. Y fue retomado para causar atentados, bajo premisas revolucionarias.
Ante la polémica generada por el agresivo contenido de sus páginas, fue considerado uno de los best sellers del siglo 20.
La batalla perdida de Powell
Se cree que “El libro de cocina del Anarquista” se usó para poner explosivos en su apartamento.
¿Se le ocurrió que este libro podría ser usado para matar?
“No. No lo asocié con nada de eso ¿por qué iba a asociarlo con eso?”, responde Powell.
Usted escribió un libro con instrucciones sobre cómo fabricar armas.
A mediados de 1976, William Powell empezó su lucha por intentar retirar el libro pero se enfrentó a diferentes negativas, ante ellas la de la editorial.
Una carta a Amazon –que sigue vendiendo el libro– y una columna en The Guardian tras el atentado en la Arapahoe High School, en Colorado, no fueron suficientes para poder retirarlo.
Una vez convertido al cristianismo a mediados de los 70, Powell pasó el resto de su vida junto con su esposa impartiendo clases a niños con trastornos, discapacidades o déficits alrededor del mundo.
Prisionero de su libro, el autor recibió solo negativas y obstáculos de las editoriales para retirar la publicación.
William Powell murió en junio de 2016. Lo hizo sin ver hecho realidad su último deseo, que era dejar de ver publicado “El libro de cocina del Anarquista”.
La contracampaña que hizo el FBI
Ante la alarmante cantidad de libros de “El libro de cocina del Anarquista’ que se encontraban a disposición de todos para fabricar armas, el FBI decidió actuar de forma tardía, es por ello que también forma parte de la leyenda.
Aunque la agencia calificó al libro como “uno de los más crudos y mezquinos ejercicios de escritura paranoica”, se dice que realizó un plan igual de crudo para neutralizarlo.
La cantidad de copias era exorbitante, razón por la que en una versión nunca confirmada por el FBI, se establece que fabricaron libros fakes de “El libro de cocina del Anarquista”pero con recetas erróneas, esto para erradicar a cada posible delincuente o terrorista del país.
Las bombas que se crearon con esta guía falsa les explotaban a sus propios creadores.