Jorge Arturo Espinoza Zepeda comenzó a donar sangre cuando iba en la preparatoria. Una campaña de la Cruz Roja llegó a su escuela y por curiosidad decidió donar.
Después de esa ocasión y tras informarse más del tema, se dio cuenta de la gran satisfacción que le causaba dar una oportunidad de vida a alguien más.
Jorge continuó donando sangre sin interrupción. Hoy, 44 años después de haberlo hecho por primera vez, este hombre acudió a la Cruz Roja para hacer su donación número 116. Sin duda todo un récord.
Jorge Arturo pertenece a ese pequeño grupo de donadores voluntarios que no han tenido que atravesar una situación difícil como la enfermedad de un familiar.
“La estadística de donación de sangre en México tiene un esquema repetitivo, es decir, 95 por ciento de los mexicanos que donan sangre es por reposición al ser intervenido una familiar o amigo. El otro 5 por ciento proviene de donadores voluntarios”, explica el Dr. Alfredo Márquez Melgarejo, director del Banco de Sangre de la Cruz Roja en la Ciudad de México.
Para Arturo, las situaciones de vida complicadas le han hecho amarse y amar a los demás.
“En julio de 1992 fui secuestrado cerca de Río Churubusco. Tres tipos me apuntaban y yo sentí que Jorge ya no estaba dentro de mí, me sumía en el asiento donde me llevaban. En agosto de ese mismo año fui liberado luego de un largo proceso en el que mi familia pagó una gran cantidad de dinero por mi rescate”, recuerda.
“Nadie la pasó bien. Incluso al día hoy me quedé con una interrogante sobre lo que significa justicia… Esa experiencia hizo que yo sintiera más amor por la vida, más amor por el prójimo. Sé que todos atravesamos por alguna situación difícil a lo largo de nuestra vida, pero todo depende del cristal con que nos detenemos a mirar que alguien nos necesitar”, agrega.
Al igual que todos los donadores altruistas, él no pide nada a cambio y promueve la donación de sangre como un acto que se debe heredar, pues México está necesitado de voluntades que se deseen sumar.
“Dejaré de donar hasta que me digan que ya no puedo hacerlo más, mientras tanto, me hace feliz pensar en la cantidad de hermanos y hermanas de sangre que tengo en este bello lugar”, dice.
‘Salvaste una vida’
Leticia es de estatura pequeña, pero de un espíritu que se mide de la cabeza al cielo.
Tal como otros donadores, Leticia González dona sin tener una razón en especial y desde hace mucho tiempo.
“Mi motivación para convertirme en donadora fue la de ayudar a alguien más. La primera vez que doné en un Banco de Sangre me hizo sentir muy especial. Fui sin motivo alguno, sólo quería ayudar”, comenta Leticia, donadora reconocida por su labor con la Cruz Roja.
Sufre de cataratas, pero nada la detiene de ser donadora y de enlistarse como donadora de órganos en caso de perder la vida.
“Los que sirvan”, cuenta entre risas.
Para ella, cuando te conviertes por primera vez en donante comienzas a investigar y te das cuenta de la necesidad de los demás.
“No sabes a quién estás salvando, pero es una gran satisfacción. Hay mucha gente que nos necesita”, platica.
Leticia ha donado 18 veces a la Cruz Roja y también a otras instituciones.
“Aunque la sangre es un tejido, no está englobada dentro de la donación órganos. Es una legislación diferente… Al ser –la donación de sangre– un acto voluntario y consciente, no puede donarse ante la muerte”, explica Márquez Melgarejo.
‘Se siente bonito ayudar’
Hace ocho años que Raúl Vega Marines comenzó a realizar donaciones de sangre voluntarias.
Al igual que otros donadores de sangre voluntarios, las campañas sobre la concientización y la importancia de la donación lo ha hecho correr a ayudar y no dejar de hacerlo.
“Todo comenzó cuando realizaba los chequeos periódicos que nos pedía la compañía (para la que trabaja). A nosotros llegó una campaña que nos incentivaba a realizar donaciones de sangre por lo que comencé a investigar”, cuenta Raúl con entusiasmo.
Vega Marines había comenzado las donaciones en instituciones privadas, pero pensar en la cantidad de personas necesitadas que recibían las instituciones públicas lo hizo voltear a otro lugar. A pesar de esa situación, continuó participando en todo tipo de campañas, porque para él se trata de ayudar sin mirar a quién.
“Los médicos dicen que cuando donas sangre, ésta se renueva en 24 horas, sin embargo, desde un inicio las indicaciones son claras. Te cuidan y te marcan el tiempo en que puedes regresar”, expresa Vega Marines.
Raúl no tiene miedo, está consciente del bien y la felicidad que produce a los demás con su sangre. Y ahora que tiene más información, promueve la donación.
“La donación voluntaria tiene una característica y es que las personas donantes se vuelven solícitos de este acto, es decir, los individuos donan mucho y seguido. Actualmente tenemos una persona que ha donado voluntariamente 116 veces y un doctor que lo ha hecho 111 veces”, cuenta el Dr. Alfredo Márquez Melgarejo.
Afortunadamente su familia y él no han necesitado de donaciones, pero sabe que nadie se encuentra exento de una situación de riesgo y que el día de mañana él lo pueda necesitar.
‘Es regresar un poco de ti a la sociedad’
Guillermo “Memo” Wong Perezurita es de los pocos donadores que inició como voluntario ante un suceso familiar.
Cuando Memo tenía ocho años atropellaron a sus hermanos y al notar la solidaridad decidió que sería donador voluntario a su corta edad.
“Más que agradecimiento es dar algo de ti a la sociedad. Saber que puedo ayudar es lo que me hace continuar”, expresa Guillermo Wong.
Ha donado sangre y plaquetas desde hace más de 25 años.
“Una donación puede ayudar salvar la vida de tres personas, todo de acuerdo con los requerimientos en cantidad”, señala el Dr. Alfredo Márquez Melgarejo, del Banco de Sangre de la Cruz Roja.
Mitos y realidades
Estos son algunos mitos y realidades que se incluyen en la campaña “Donar sangre, es donar vida” de las instituciones privadas del país, que contribuyen con los Bancos de Sangre.
>> Los diabéticos pueden ser candidatos, siempre y cuando sus niveles estén controlados y no consuman medicamentos e insulina.
>>Las personas con tatuajes y perforaciones pueden donar después de un año.
>>El dolor en la donación no es una constante y varía de persona a persona (cuando se presenta).
>> Las personas no suben o bajan de peso tras la donación.
>> Los que tuvieron hepatitis antes de los 10 años sí pueden considerarse candidatos a donar.
Requisitos para donar
Estas son algunas de las principales recomendaciones para ser donador de sangre, de acuerdo con el Dr. Antonio Salas Ramírez, director del Banco de Sangre del Centro Médico ABC, Santa Fe.
>> Tener entre 18 y 65 años.
>> Tener un peso mínimo de 50 Kg.
>> No haber padecido Hepatitis tipo B, tipo C, VIH-SIDA, Sífilis, etc.>> No tener múltiples parejas sexuales, no haber recibido trasplantes de órganos, no padecer epilepsia, tuberculosis, enfermedades severas del corazón o cáncer.
>> No usar drogas intravenosas o inhaladas, en los últimos 12 meses.
>> No haberse realizado tatuajes, perforaciones, acupuntura, transfusiones, cateterismos, endoscopías o contacto sexual con desconocidos.
>> No haber ingerido bebidas alcohólicas, narcóticos, marihuana o algún estupefaciente en las últimas 12 horas, en los últimos seis meses.
>> No haber tenido cirugía, accidente mayor, mononucleosis, toxoplasmosis o meningitis, entre otras.
>> En el caso de las mujeres, no estar embarazadas o lactando; no haber tenido parto, cesárea o aborto.