Edificios en obra verde

En el pasado no muy lejano, el concepto de jardín o plantas era directamente asociado a amplios espacios verdes en los que podías incluso correr largas distancias. Por ende, esos espacios necesitaban, creíamos, de arduo mantenimiento; desde el riego, hasta el cuidado de sus flores.

Ahora, el concepto de jardín se reduce a una pared dentro de un pequeño departamento o hasta el muro exterior de un museo, como el Quai Branly Museum, en París.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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Debemos irnos acostumbrando a “ver arquitecturas naturales y no grises, frías y sin vida”, dice Coquis Valdés, directora de Huichol – Jardines Alternativos

En el pasado no muy lejano, el concepto de jardín o plantas era directamente asociado a amplios espacios verdes en los que podías incluso correr largas distancias. Por ende, esos espacios necesitaban, creíamos, de arduo mantenimiento; desde el riego, hasta el cuidado de sus flores.

Ahora, el concepto de jardín se reduce a una pared dentro de un pequeño departamento o hasta el muro exterior de un museo, como el Quai Branly Museum, en París.

La agricultura urbana es una tendencia mundial que cada vez es implementada con mayor frecuencia en las grandes metrópolis del mundo. 

Alrededor de 700 millones de personas –casi un cuarto de la población mundial– que viven en áreas urbanas (o periurbanas) se abastece actualmente de alimentos sembrados y cultivados en la ciudad.

Por lo  que más que una tendencia, es una realidad de un estilo de vida en ascenso.

Se trata de una buena herencia para las próximas generaciones y una manera preventiva o inteligente de poder combatir la escasez de alimentos en el campo (consecuencia de sequías, crisis económica, cambio climático y alta demanda).

Para el año 2050, el 80 por ciento de la población vivirá en las ciudades… así que la agricultura urbana podría ser el mejor aliado para el abastecimiento de recursos.

Jardines verticales

De esta tendencia verde también se desprende la implementación de los llamados 

jardines verticales que, como su nombre indica, rompen con el esquema de los amplios espacios verdes horizontales.

David Barbarash, de la Purdue University’s Department of Landscape Architecture en Indiana, Estados Unidos, dice que los jardines verticales “pueden y deben ser una parte integral a la planificación urbana moderna (…) los muros vivientes y techos verdes también proporcionan numerosos beneficios ambientales” y que “ahorran miles de libras en calefacción reducida y refrigeración mientras se extiende la vida útil de las membranas del techo y HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado, por sus siglas en inglés), equipamiento con el tiempo”.

No solo eso, también ayudan a “la captura de carbono, la filtración de contaminantes, y de los animales y el hábitat de los insectos a las plantas puede contribuir a mejorar las condiciones urbanas”, agregó.

Algunos otros beneficios incluyen la regulación de la temperatura, la reducción de la huella de carbono y su función como barrera auditiva.

Este tipo de jardines son el futuro hecho presente. Por lo general son paredes o muros de plantas dentro de las ciudades o de los edificios. Y uno de los tipos de plantas que los conforman son las “aéreas” o Tilansias. 

Y es que su ventaja es que pueden sobrevivir sin el riego masivo que requiere el pasto, por ejemplo, o con poca o nula luz. 

Pueden o no tener flor y no necesitan de tierra para poder echar raíces. En cuanto al riego, tan solo requieren de un rocío por la mañana, una y dos veces por semana.

No solo son prácticas y fáciles de mantener, también tienen la habilidad de neutralizar y/o eliminar las ondas eléctricas. 

Tenerlas bajo techo y en un lugar en donde abunden aparatos electrónicos, tales como celulares o computadoras, tablets y/o televisiones es una gran ventaja.

Sin embargo, es importante destacar que cuando los jardines verticales llevan plantas que no son aéreas, sí requieren de mantenimiento como sucede en un jardín convencional o cualquier área verde.

Más que un decorativo, los jardines verticales están adquiriendo un valor sustentable  y su implementación está en ascenso en diversas ciudades alrededor del mundo.

“Nuestra creencia y esperanza es que en las paredes de la vida futura, en los espacios públicos, se instalarán (jardines verticales) por razones sostenibles en lugar de ser puramente decorativos”, declaró Richard Sabin, Director gerencial de Biotecture, una firma de Sussex, en Inglaterra, que se dedica a diseñar e instalar jardines verticales sostenibles en áreas construidas en espacios de entornos urbanos. 

¿Nubes verdes?

El futuro y siguiente paso de los jardines verticales o plantas en el techo ha llegado: jardines voladores. No, no es una película de Steven Spielberg o efectos de CGI (Computer Generated Image, en inglés), esto es casi una realidad. Es una forma de jardinería desarrollada por la firma de arquitectos Rael-San Fratello, la cual propone jardines que “floten” en el aire, una especie de globo dirigible verde, controlado. Cada uno de estos jardines contendría miles de plantas. Y volarían sobre las áreas que contengan mayor calor desde suelo, por ejemplo, sobre el sur en temporada de invierno y sobre el norte en el verano. Cada una de las plantas tendrían conexión con una red con sensibilidad al tráfico, el ruido, la contaminación, la temperatura, entre otros componentes urbanos, y en tiempo real.

Iniciativas locales

Dos iniciativas de jardines verticales en Monterrey, Nuevo León, son Huichol – Jardines Alternativos y Hangden.

Huichol es más una visión que una mera iniciativa o proyecto sustentable. Ecología Creativa, S.A. de C.V., es una empresa regiomontana que se dedica a crear y distribuir los paneles en los que se instalan las plantas para un jardín vertical o una pared verde, “con el fin de mejorar el medio ambiente, promover la cultura ambiental y mejorar visualmente las ciudades”, según su página oficial.

La filantropía también forma parte de este paraíso verde, pues un porcentaje de las ganancias que obtienen, apoya a la cultura huichol.

“Siendo una de las culturas más antiguas de México, es el nombre de nuestra marca, 100 por ciento mexicana”, enfatizan.

Su misión es “reconectar nuestra cultura con la naturaleza, fomentando lo que es México, creando un vínculo con toda la belleza natural que nos rodea. Y así despertar un amor a nuestra cultura y un deseo de mejorarla y preservarla”.

En entrevista con Reporte Indigo, Coquis Valdés, fundadora y creativa de Huichol considera que estamos viviendo un tiempo de cambio, evolución y de un despertar que nos conecta. “Pienso que es todo un concepto que nos recuerda quiénes somos y de dónde venimos”.

Comenta que la cultura huichol es “muy antigua aquí en México, son personas que están muy conectadas a la naturaleza, las plantas, la siembra, los animales (…) un ejemplo que nos enseñan a disfrutar cada detalle de la naturaleza, a respetarla y cuidarla”.

Coquis añadió que los jardines verticales son una alternativa y solución a la falta de espacio para áreas verdes y que debemos “ver arquitecturas naturales y no grises, frías y sin vida”.

Por otro lado, Hangden es “un proyecto con el objetivo de enriquecer la vida de las personas”, dicen en su descripción oficial. Además, su slogan es “Vida a la vista”, emblema que le hace justicia a la labor que realizan. Se encuentran en Tampiquito, en San Pedro Garza García, un barrio en crecimiento de propuestas e iniciativas de arte, cultura y ahora sustentabilidad.

HUICHOL
Filantropía y ecología

HANGDEN
“Vida a la vista”

“Agricultura en casa”
Artículo en Piensa Indigo

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