El cerebro expuesto en 3D

Analizar la actividad cerebral de una persona a través de un escáner –o lo que se conoce como imagen por resonancia magnética (IRM)– u otras técnicas como la electroencefalografía (EEG) es el pan de cada día de los neurocientíficos. 

¿Te imaginas poder ser, literalmente, testigos de tus propios pensamientos y de todo lo que sucede en nuestro cerebro a través de un sistema de realidad virtual?

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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Analizar la actividad cerebral de una persona a través de un escáner –o lo que se conoce como imagen por resonancia magnética (IRM)– u otras técnicas como la electroencefalografía (EEG) es el pan de cada día de los neurocientíficos. 

¿Te imaginas poder ser, literalmente, testigos de tus propios pensamientos y de todo lo que sucede en nuestro cerebro a través de un sistema de realidad virtual?

Esto es precisamente hacia donde apunta un nuevo sistema desarrollado por los neurocientíficos computacionales Tim Mullen y Christian Köthe, de la Universidad de California, en San Diego, en colaboración con Adam Gazzaley, neurocientífico de la Universidad de California, en San Francisco. 

El sistema, que fue presentado esta semana en el Festival “South by Southwest” (SXSW), se vale de ambas técnicas de exploración cerebral, IRM y EGG- en combinación con un casco de realidad virtual desarrollado por la compañía Oculus Rift, para que un usuario pueda ver en tiempo real la actividad del cerebro de otra persona. 

A la par, Gazzaley también está colaborando con Philip Rosedale, creador de “Second life”, el mundo virtual en 3D en el que los usuarios llevan su otra vida.

Por ejemplo, Philip Rosedale, quien portaba un casco de realidad virtual, pudo “explorar el cerebro de su esposa en 3D”, describe el sitio LiveScience, “mientras destellos de luz mostraban la actividad cerebral del EGG”, que fue obtenida a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo de Yvette, la esposa de Rosedale. A su vez, la audiencia presente en la demostración observó el experimento a través de una pantalla.

“Nunca hemos sido capaces de entrar dentro de las estructuras (del cerebro) y ver el mismo de esta manera”, dijo Gazzaley. “Es una biorretroalimentación en otro nivel.”

Si bien solo se pudieron observar señales eléctricas del cerebro, Rosedale y Gazzaley esperan que estas puedan decodificarse y ser mostradas en el sistema de realidad virtual más adelante.

La idea es que este avance pueda traducirse en aplicaciones terapéuticas.

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