Quién tiene la razón? ¿pueden más las armas que las palabras? ¿la paz es solo un espejismo para los israelitas y los palestinos? De esta batalla interminable que inició desde el siglo XX sin tener todavía solución, es que se han suscitado episodios representados incluso en el cine, reflejando un punto en común: que el cese a la violencia tiene que llegar algún día tanto para los musulmanes como para los judíos.
Ahora toca el turno a “Rescate en Entebbe” cinta que toma la “Operación Thunderbolt” ocurrida en 1976 cuando un grupo del Frente Popular para la Liberación de Palestina secuestró un avión de Air France con 248 pasajeros.
José Padilha es quien dirige tras cuatro años de ausencia en el séptimo arte, él se interesó en el proyecto luego de saber la manera en que los productores decidieron contar la historia, desde distintos puntos de vista.
“Rescate en Entebbe cuenta dos historias paralelas sobre el ataque: por un lado, miramos la saga de los rehenes y los terroristas, y cómo evolucionaron sus interacciones y estados mentales a medida que pasaban los días; por otro, observamos el debate interno sobre el secuestro dentro del gobierno israelí”, expresa Padilha en un manifiesto acerca del filme.
Perspectivas diversas
Una motivación más para Padilha y su equipo creativo fue que para la realización del proyecto tuvieron acercamiento a testimonios reales del suceso.
Rescate en Entebbe se nutre desde distintas posiciones, como los motivos de los terroristas palestinos que además eran acompañados por dos personas de las Células Revolucionarias de Alemania, la angustia de los pasajeros secuestrados, la cómoda posición de la oligarquía israelita de no querer negociar con los criminales y la responsabilidad que siente Air France con los viajeros.
Más allá de poner a los activistas como los malos de la película, se muestra su lado vulnerable y humano, además de que ellos estaban negados a llegar a Uganda, porque sabían que perderían el control de la situación, además de que el dictador Idi Amin, iba a querer sacar provecho del suceso.
Para prepararse en su papel, el actor francés Denis Ménochet habló vía telefónica con el ingeniero del vuelo real Jacques Le Moine, lo cual le influyó por completo para encarnarlo en pantalla.
Compromiso con la verdad
Para José Padilha era importante hacer un retrato realista de lo ocurrido durante los siete días que duró el secuestro en Entebbe, por lo que estuvo en contacto con varias personas que vivieron ese momento histórico.
La producción tuvo dentro de su equipo a consejeros militares israelitas que estuvieron en Entebbe al momento de cuando sucedió el rescate, inclusive entrenaron a los actores que visten el uniforme verde olivo, pero también fueron con los sobrevivientes que fueron tomados como rehenes para saber su versión de los hechos.