El corazón sufre en invierno

Las enfermedades respiratorias son el mal más común en la temporada de invierno, pero no el único. Un estudio publicado en la revista especializada Circulation, de la Asociación Americana del Corazón, encontró que durante esta temporada se producen más ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares que en cualquier otra época del año. 

Lo que llama más la atención es que no importa si el invierno ocurre en lugares cálidos o muy fríos.

Rocío Aguilera Rocío Aguilera Publicado el
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Las enfermedades respiratorias son el mal más común en la temporada de invierno, pero no el único. Un estudio publicado en la revista especializada Circulation, de la Asociación Americana del Corazón, encontró que durante esta temporada se producen más ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares que en cualquier otra época del año. 

Lo que llama más la atención es que no importa si el invierno ocurre en lugares cálidos o muy fríos.

Bryan Schwartz de la Universidad de Nuevo México y Robert A. Kloner del Instituto del Corazón del hospital Good Samaritan en Los Ángeles, analizaron casi 2 millones de certificados de defunción registrados entre 2005 y 2008, y encontraron que la tasa de mortalidad por ataques al corazón aumenta de 26 a 36 por ciento durante el invierno. Los peores meses son diciembre, enero, febrero y el principios de marzo.

La investigación descubrió patrones en las muertes cardíacas de siete diferentes tipos de clima, pues analizaron la causa de muerte de personas de Texas, Arizona, Georgia, Los Ángeles, el estado de Washington, Pensilvania y Massachusetts.

El patrón del invierno fue claro en aquellos que murieron por enfermedades del corazón. En Los Ángeles, por ejemplo, se registraron cerca de 70 muertes por día por esta razón, mientras que durante el verano el promedio es de 55.

Aunque los cardiólogos aún no tienen claro por qué los decesos por estas complicaciones aumentan durante esos meses, Kloner especula que –además del frío– durante el invierno se presentan una serie de factores que al desencadenarse pueden ser potencialmente dañinos, como por ejemplo el estrés emocional de las fiestas de la época, la presión financiera, abuso de alimentos y alcohol, entre otras cosas.

Mientras los estudios continúan para llegar al fondo del asunto, es importante poner atención a todos estos factores, relajarse y cuidar los excesos para evitar ser parte de las estadísticas.

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