El duelo afecta al corazón

El duelo que se experimenta tras la muerte de un ser querido no solo aqueja la salud mental de quien sufre la pérdida, sino también la salud física. Está demostrado que el duelo puede tener efectos nocivos en el riesgo de coagulación de la sangre e incluso que eleva la presión arterial.

Por ello, este proceso caracterizado por una serie de emociones intensas se considera un factor de riesgo de muerte para quien lo vive, ya que aumentan sus probabilidades de morir a causa de un ataque cardiaco o cerebrovascular. 

El duelo que se experimenta tras la muerte de un ser querido no solo aqueja la salud mental de quien sufre la pérdida, sino también la salud física. Está demostrado que el duelo puede tener efectos nocivos en el riesgo de coagulación de la sangre e incluso que eleva la presión arterial.

Por ello, este proceso caracterizado por una serie de emociones intensas se considera un factor de riesgo de muerte para quien lo vive, ya que aumentan sus probabilidades de morir a causa de un ataque cardiaco o cerebrovascular. 

Sin embargo, a la fecha no se contaba con suficiente evidencia científica para determinar de manera exacta qué tan grande es el impacto del duelo en las enfermedades cardiovasculares, señalan investigadores de la Universidad St. George de Londres, en un estudio publicado en la revista científica JAMA Internal Medicine.

Ahora, tomando en cuenta los datos de 30 mil adultos mayores de entre 60 y 89 años de edad que perdieron a su pareja entre 2005 y 2012, el equipo liderado por el Dr. Sunil Shah, profesor de salud pública de la Universidad St. George de Londres, concluye que el riesgo de sufrir un infarto o cerebral aumenta en el primer mes tras la muerte de la pareja.

De hecho, este riesgo fue del doble cuando los casos anteriores fueron comparados con poco más de 80 mil personas –en el mismo rango de edad– quienes aún no habían sufrido la pérdida de su pareja durante el mismo periodo. 

De acuerdo a los expertos, este riesgo “parece ser el resultado de respuestas fisiológicas adversas asociadas con dolor agudo”. Las probabilidades de sufrir un ataque cardiaco o un infarto cerebral disminuyeron después del primer mes de la muerte de la pareja. Y después de más de tres meses de la pérdida, el riesgo era similar al de las personas que aún no habían pasado por esta experiencia. 

Shah dijo a Reuters que es importante que los médicos, amigos y familiares estén conscientes de los riesgos para que puedan garantizar que quien sufre el duelo sea atendido de la mejor manera posible tanto antes como después de la pérdida de un ser querido, que son momentos en donde las personas están más vulnerables. 

Y advirtió que “el duelo es un momento en que las personas son vulnerables a una serie de problemas de salud física y mental, no solo ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, por lo que un buen apoyo y cuidado suele ser de ayuda”.  

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