El factor inmune

El sistema inmune se encarga de defender al cuerpo. De la misma manera, la inmunoterapia podría ser la clave para erradicar el cáncer.

Si bien aún está lejos de considerarse la cura definitiva, lo cierto es que la inmunoterapia no ha dejado de evidenciar su eficacia contra diferentes tipos de cáncer que en el pasado mostraban resistencia, desde el melanoma hasta el cáncer de pulmón, riñón y vejiga o cérvix.

La inmunoterapia se vale de una nueva generación de fármacos que activan el sistema inmune para que sea éste el que ataque las células tumorales.

Eugenia Rodríguez Eugenia Rodríguez Publicado el
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La inmunoterapia se vale de nuevos fármacos que activan el sistema defensor en el cuerpo para que ataque las células cancerígenas

El sistema inmune se encarga de defender al cuerpo. De la misma manera, la inmunoterapia podría ser la clave para erradicar el cáncer.

Si bien aún está lejos de considerarse la cura definitiva, lo cierto es que la inmunoterapia no ha dejado de evidenciar su eficacia contra diferentes tipos de cáncer que en el pasado mostraban resistencia, desde el melanoma hasta el cáncer de pulmón, riñón y vejiga o cérvix.

La inmunoterapia se vale de una nueva generación de fármacos que activan el sistema inmune para que sea éste el que ataque las células tumorales.

Uno de los estudios presentados en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, en inglés), que concluyó ayer en Chicago, reveló que el desarrollo de melanoma –en etapa avanzada– se frenó en cerca del 58 por ciento de las personas durante casi un año.

Esto cuando el melanoma fue tratado con una combinación de dos medicamentos de inmunoterapia: ipilimumab y nivolumab, desarrollados por la farmacéutica Bristol-Myers Squibb.

El ipilimumab, que se comercializa bajo el nombre Yervoy, se encuentra aprobado por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) para tratar el melanoma que no puede extirparse mediante cirugía o que se ha propagado a otras partes del cuerpo (metástasis), como los pulmones, los huesos y el cerebro.

Los fármacos, llamados “inhibidores de puntos de control” son anticuerpos que bloquean ciertas proteínas que evitan que las células cancerosas se disfracen de células sanas, para que las mismas sean detectadas y destruidas por el sistema inmunológico.   

“Hemos observado que estos medicamentos trabajan en una amplia gama de tipos de cáncer, y creo que estamos en el comienzo de una nueva era en el tratamiento de cáncer”, dijo a The Telegraph el Dr. James Larkin, consultor médico oncólogo del Hospital Royal Marsden, en Reino Unido, y autor de la investigación. 

Pero estos medicamentos de la inmunoterapia no pueden considerarse la panacea, pues no están exentos de causar efectos secundarios graves, como sucedió en el estudio presentado por el ASCO. 

Nell Barrie, portavoz de Cancer Research UK, advirtió en CNN que aún queda mucho por aprender e investigar sobre las tasas de supervivencia a largo plazo de la inmunoterapia, y que el ipilimumab y nivolumab aún no podrán reemplazar los tratamientos convencionales contra el cáncer, como la quimioterapia y radioterapia –ambos, también, con efectos secundarios indeseables–, además de que la cirugía como tratamiento contra el cáncer seguirá siendo vital. 

Pero cada vez son más los científicos que comienzan a confiar en el potencial de la inmunoterapia para revolucionar el tratamiento contra el cáncer, que comienza a hacerse evidente. 

Para Javier Cortés, jefe de la Unidad de Cáncer de Mama y de la Unidad de Melanoma del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, la inmunoterapia “puede ser la estrategia que cure a muchos pacientes en un futuro cercano”, dijo a El País. 

 

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