El fino arte del engaño
El arte del cine es equiparable a la prestidigitación. La magia a diferencia del filme tiene que ser precisa y sin errores ya que solo hay una oportunidad de hacer el truco correcto, no hay segundas tomas o repeticiones como en las películas.
Sin embargo la “magia” que se logra en la pantalla grande busca el mismo reto: dejar sin aliento al público y dar un giro inesperado que impacte al cinéfilo en su butaca.
Hidalgo NeiraEl arte del cine es equiparable a la prestidigitación. La magia a diferencia del filme tiene que ser precisa y sin errores ya que solo hay una oportunidad de hacer el truco correcto, no hay segundas tomas o repeticiones como en las películas.
Sin embargo la “magia” que se logra en la pantalla grande busca el mismo reto: dejar sin aliento al público y dar un giro inesperado que impacte al cinéfilo en su butaca.
Las películas de estafas, robos o engaños tienen el doble reto de mantener la atención del público y sorprender en su trama. Los giros de tuerca no siempre son acertados o en otras ocasiones son rebuscados, solo hay un tiro certero para dar en el blanco y en esto se parecen más al arte de la magia: un solo truco, sin repeticiones.
El filme protagonizado por Will Smith y Margot Robbie “Focus: Maestros de la estafa” logra ser atinado en los ejemplos expuestos, las sorpresas nunca se detienen hasta el final de la película.
Evocativa al cine de estafa
Con los toques esenciales que necesita una historia del arte del engaño “Focus” nos recuerda por su comicidad a otras cintas del género como lo son “Los tramposos” del 2003 bajo la dirección de Ridley Scott.
En la ficción Nicky Spurgeon (Smith) es un hombre solitario que solo apuesta a lo seguro: hacer negocios del robo de carteristas, en joyas, bolsas, relojes y demás artículos personales a gran escala. Cuando conoce a Jess Barrett (Robbie) decide entrenarla para unirla al clan, sin embargo con el paso del tiempo su pupila tomará un rumbo inesperado.
Soundtrack de tono elegante
Los directores de “Focus” Glenn Ficarra y John Requa, realizaron una selección precisa de temas que acompasan la cinta con una curaduría musical que transporta a una vida marcada por los lujos, el dinero fácil y el robo –pero con estilo–.
Pocos filmes de esta categoría logran tener una música que se amolde como una segunda piel de manera que acompañe y marque presencia sin distraer, pero funcionando como leitmotiv.
La trilogía de Ocean –”La gran estafa”, “La nueva gran estafa” y “Ahora son 13” del 2001, 2004 y 2007 respectivamente– dirigidas por Steven Soderbergh son el ejemplo de un soundtrack escogido a la medida y calibrado para sus personajes o situaciones a cuadro.
> La estafa en la pantalla grande