El show debe continuar para los premios Oscar

Después de dos meses de retraso, la máxima ceremonia del cine se llevará a cabo de manera presencial, rompiendo el molde de otras entregas de premios. Esta transmisión promete sorpresas en todos los sentidos, tanto en su formato, como en los pronunciamientos políticos en la era postTrump y después del juicio contra el asesino de George Floyd
Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Contra viento y marea, sin voltear a ver a otras celebraciones como los Grammy, los Emmy o los Globos de Oro, este domingo los premios Oscar al fin tendrán su ceremonia para galardonar lo mejor del cine comercial de 2020 y parte de 2021.

Nada ha impedido que la ceremonia de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés) se cancele en los 93 años de su fundación, ni siquiera la Segunda Guerra Mundial. Sólo en tres ocasiones previas hubo ligeros ajustes de fechas, pero nada tan drástico como lo ocurrido debido a esta crisis sanitaria.

En la ceremonia del próximo domingo, a televisarse por la cadena ABC en Estados Unidos y en México por TV Azteca en televisión abierta y por TNT en sistemas de paga, se espera que se cumplan medidas sanitarias al máximo rigor, ya que incluso se tiene anunciada la clásica alfombra roja desde Los Ángeles.

Además, algo que causa intriga y cotilleo entre los cinéfilos, es que este año la AMPAS anunció que se realizará en dos lugares simultáneos de la ciudad de California, en el Teatro Dolby y en Los Angeles Union Station, estación ferroviaria de la metrópoli que sigue activa.

1934
fue el último año en el que hubo una ceremonia que sumó dos calendarios anuales de premiación

Entonces, ¿qué se puede esperar de esta máxima celebración que desde 1934 no se habían sumado dos calendarios anuales para premiar al cine? El periodista especializado en el séptimo arte y televisión, Enrique Solórzano, mejor conocido como Stivi de Tivi, asegura a Reporte Índigo que los premios Oscar buscan demostrar que el show debe continuar.

“Aquí lo que quiere el Oscar es recordar que ellos son la créme de la créme, que están preparados para una ceremonia en plena crisis sanitaria. Lo que quieren decir es ‘aunque exista el COVID-19, nosotros vamos a hacerlo y lo vamos a hacer bien’ es una idea bastante caprichosa”, platica el reportero.

Al igual que Stivi, Gonzalo Lira Galván, quien ha sido corresponsal mexicano en festivales internacionales como Tribeca, agrega que este año la Academia eligió al cineasta Steven Soderbergh para producir la ceremonia, quien desde el inicio de su trayectoria ha arriesgado con tecnologías digitales y vanguardistas, por lo que se espera que sea una noche llena de sorpresas.

“Creo que por ahí van a jugar con el formato y, sabiendo que es Soderbergh, van a optar mucho por cosas pregrabadas y con un lenguaje audiovisual que tenga que ver más con la nueva vida que llevamos, la distancia y videoconferencias; todo esto es lo que esperaría, no ceñirse a los viejos formatos”, argumenta el especialista en cine.

De manera extraordinaria, la AMPAS anunció que habrá 20 locaciones especiales, además de las dos sedes presenciales de Los Ángeles. Estas podrían ubicarse en ciudades como Londres, Inglaterra; y París, Francia, para evitar que nominados se desplacen hasta Estados Unidos este 25 de abril.

Regreso al discurso político en los premios Oscar

La comunidad de Hollywood se pronuncia a través de las ceremonias de premiación sobre los conflictos sociopolíticos que suceden en Estados Unidos. Por lo que se espera que en esta edición de los premios Oscar se hable sobre el reciente juicio contra el asesino de George Floyd y sobre la salida de Donald Trump de la presidencia.

“Habrá muchos comentarios respecto a la salida de Donald Trump, Hollywood nunca estuvo del lado de él, son contadas excepciones, pero el hecho de que ya no esté. Además, el tema de George Floyd está vigente y el que haya nominados afroamericanos por películas como Judas y el mesías negro, ya es un statement de que la Academia está de ese lado”, dice Lira Galván.

Stivi de Tivi refrenda la idea de su colega, además de que las cintas nominadas son un reflejo de ello, como El juicio de los 7 de Chicago, que habla de un momento tenso en 1968, cuando un grupo de manifestantes en contra de Vietnam fueron llevados a la Corte con cargos de conspiración, entre otras que también apelan a la indignación social.

“Sí está habiendo diversidad, hay que recordar que el Oscar ya no es lo que era hace un par de años y que estaban muy cerrados, ahorita hay 800 nuevos votantes de diferentes partes del mundo que están aportando y dando valor para que se sienta que hay visibilidad”, describe.

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